El jugador del Real Mallorca, Michael Pereira, durante el partido ante Las Palmas.

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Ahora que el campeonato se ha desprendido de sus primeras capas, llega la hora de ponerse el termómetro. De someterse a una primera analítica más o menos completa. Tras tres semanas de travesía con Karpin a la caña en las que ya se han intercalado dos jornadas de muestra, el Mallorca afronta otra prueba de madurez, en este caso frente a un recién ascendido. Sin la referencia de Marko Scepovic pero con la brújula de Marco Asensio a pleno rendimiento, el equipo balear necesita quitarse un peso de encima bordando la primera victoria de la nueva era a costa de un Leganés que también permanece maniatado y boca abajo. Y lo hará, para no perder la costumbre, con la película de la venta de fondo y el ruido de los proyectiles torturándole los oídos (Butarque, Teledeporte, 21.00 horas).

EFECTOS
A diferencia de su última evaluación, el Mallorca ya conoce las cartas con las que jugará la primera parte de esa partida que le ha preparado la liga. Al final, los efectos del último día de mercado no resultaron traumáticos, pero sí que tendrán cierta incidencia sobre el equipo que compita hoy al sur de Madrid, a la hora de la cena. Sobre todo en tres puntos muy bien repartidos por el campo. En la defensa, por ejemplo, le llega el turno al único nuevo inquilino que ha recibido el vestuario tras empatar contra Las Palmas: Nikola Gulan. El polivalente futbolista serbio llega con la misión de apuntalar el lateral izquierdo, agujereado por los problemas físicos de Saborit. Hasta ahora el técnico le había encomendado esa función a un lateral diestro como Biel Company, pero este fin de semana el canterano ni siquiera ha podido subirse al avión. Junto al debutante formará la línea defensiva más habitual, con Cendrós recostado a la derecha y Agus y Truyols apostados en el eje del área.

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Al norte del centro del campo Karpin deberá comprobar otra de las posibles contraindicaciones del bazar veraniego: el estado anímico de Marco Asensio. El propio técnico ruso se ha encargado de mimar al mediapunta después su abortado traspaso al Barça, pero también le ha pedido al entorno que le eche un cable a la hora de enfocar otra vez su carrera y recuperarlo para la causa a través de su mejor versión. Muy cerca de él seguirán Fofo, anclado en la plaza de enganche, y Joao Victor y Martí, asociados en el doble pivote. Solo a la derecha se intuye la segunda gran novedad, forzada esta vez por el efecto dominó que conllevan los ajustes del ataque. En principio, parece que Filip Markovic parte con unos metros de ventaja, pero Karpin todavía no ha despejado la incógnita y tampoco descarta el concurso de Manuel Arana. Tanto uno como otro disputarían los primeros minutos de su carrera como mallorquinistas.

La última secuela del mercado señala directamente a la delantera del Mallorca, que de aquí a 2015 deberá alimentarse de la aportación de dos únicos nueves: Scepovic y Abdón Prats. El primero, que durante la semana ha sufrido molestias en el abductor, se cayó finalmente de la convocatoria redactada por el técnico ruso que, salvo sorpresa, pretende probar con Michael Pereira como artillero. A su regreso de Granada el francés se ha descubierto como uno de los tipos más dinámicos e influyentes del grupo y tras interpretar un papel estelar en los dos primeros encuentros va a encontrar un nuevo desafío en ese reciclaje que considera ofrecerle el técnico. Hasta el momento el influjo de los atacantes ha sido más bien escaso y los únicos goles del equipo llevan la firma de un defensa (Cendrós) y un centrocampista (Martí).

Mas allá de esos planes iniciales que recorren la mente de Karpin, en la lista del ruso también sobresalen el regreso de Javi Ros (el exrealista todavía no ha debutado) o la baja de Álex Vallejo, cuyo nombre no aparece entre los de los 18 elegidos.