En el Ciutat de Palma, el césped mejoró bastante en relación a la semana pasada, pero todavía hay que darle más solidez. El problema es la falta de medios. | M. À. Cañellas

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El estado del césped de Son Moix se ha convertido en una enorme preocupación para Valeri Karpin. El pasado miércoles, durante el partido correspondiente al Ciutat de Palma entre el Mallorca y el Getafe, pudo apreciarse el mal estado del verde, un hecho que no pasó por alto el entrenador del equipo balear, que en su círculo más próximo expresó su enorme preocupación por lo mal que se encuentra el campo. Tambien opina lo mismo de los campos de Son Bibiloni, que no están pasando por su mejor momento.

El motivo de este deterioro hay que encontrarlo en la rebaja drástica de presupuesto que ha sufrido el departamento de jardinería que ha pasado de disponer de casi 90.000 euros a solo 40.000 para los 6 campos entre Son Moix y Son Bibiloni. La falta de medios, tanto humanos como materiales, ha dejado el césped en un mal estado y precisamente ahora, con estas elevadas temperaturas, es cuando más personal necesita el verde y un mayor mantenimiento así como productos de conservación de primera calidad.

Los proveedores han cerrado las puertas al Mallorca ya que no quieren adelantar material conscientes de que puede ser que no cobren los productos que entregan y esto, unido a los despidos producidos hace aproximadamente un año, han dejado al servicio responsable del mantenimiento del césped con solo dos jardineros. Pese a que dedican muchas horas del día a cuidar el verde, los esfuerzos son insuficientes y las temperaturas de agosto hacen que todo se complique todavía más.