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Gabriel Cerdà ha tomado consciencia de lo que ha supuesto la gestión de Serra Ferrer para el Mallorca a raíz precisamente de la marcha del exdirector deportivo. En su momento, cuando ambos compartían gestión, asegura el presidente del Mallorca que no sabía nada de lo que ahora ha ido averiguando desde que los cajones se han ido abriendo y sobre todo, a medida que la actual dirección deportiva ha explicado lo que se ha encontrado en forma de contratos desproporcionados, gestiones mal ejecutadas y puertas cerradas que está costando mucho abrir.

Cerdà, que ayer tarde presentó a Joan Guillem Truyols como nuevo jugador del Mallorca, fue requerido para analizar la convulsa y a la vez vertiginosa actualidad del Mallorca. El presidente lanzó un mensaje de fondo y que incide en la dificultad que sufre el club para confeccionar un equipo debido a la herencia recibida. A partir de ahí, desglosó los motivos de la problemática y cargó contra Serra, contra su gestión deportiva y por la implicación de su hijo en muchas operaciones. «El hijo de Serra Ferrer representa a siete jugadores del filial. Esto lo sé ahora, no lo sabía antes y no sé si esto es lícito. Él [Serra Ferrer] nunca ha explicado los motivos por los cuales firmó contratos como por ejemplo el de Nsue y lo tiene que explicar en un consejo porque existe un conflicto de intereses importante entre lo que es el bien del club y el suyo propio. Hay una incompatibilidad manifiesta que merece una aclaración. Nadal se está encontrando con futbolista del filial con fichas de Segunda División A», manifestó Cerdà.

Respecto a la rueda de prensa que tiene previsto ofrecer hoy el de sa Pobla, Cerdà recordó que en estos cuatro años ha dado muy poco la cara «cuando ha sido el responsable deportivo todo este tiempo». El presidente indicó que él solo participó en el fichaje de jugadores de Segunda donde las cifras que se manejaban no eran especialmente importantes y responsabilizó al de sa Pobla de realizar una gestión deplorable la pasada temporada en la que dispuso de «12,5 millones para el área deportiva y estuvimos a un gol de bajar a Segunda B. Solo hay un responsable en este tema que es Serra Ferrer», puntualizó.

Sobre la sindicación con Serra, Cerdà recordó que fue el exdirector deportivo quien «vino a pedirme y de alguna manera a suplicarme que no vendiera a Claassen» y a raíz de ahí se firmó dicho documento. El presidente insistió en que si encuentra un inversor potencialmente fuerte él se marchará del club, pero dejó claro que «no abandonaré el barco como hizo Serra. Sería fácil irme y dejar esto después como un solar, pero yo quiero lo mejor para el Mallorca». Sobre su regreso al palco fue claro: «Si la afición se concentra en los jugadores y 'pasa' de la problemática institucional, volveré, en caso de que siga en el club», manifestó Gabriel Cerdà.