Alex Moreno presiona la salida de balón de Israel Jerez, con Alex Geijo siguiendo la acción, ayer en el estadio de Son Moix.

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Existe una línea en el fútbol donde la confianza se pierde casi por completo y el entrenador del Real Mallorca la ha perdido. Su libreta no da más de sí, tampoco el equipo le ayuda y el club le ha dejado solo, concretamente Serra Ferrer le ha vuelto a dejar en el escaparate sin cristal donde te llueven las críticas sin que nada puedas hacer. No hay red protectora y al vicepresidente y accionista mayoritario vuelve a irle bien que los disparos se dirijan hacia el punto más débil del engranaje futbolístico.

No queda club, apenas hay esperanza y las ruedas de prensa de Carreras suenan a discurso vacío, a poco contenido, a poco que contar de nuevo. Otro partido y casi lo mismo de siempre. Así son los proyectos de Serra Ferrer, que siguen devorando entrenadores a velocidad de vértigo mientras el creador de este fracaso sube y baja del palco agazapado, temeroso, escurridizo. Escudado en Toni Prats, que sigue aguantándole. Mientras tanto, en la sala de prensa quien se quema es Carreras, quien se crispa es el entrenador, quien aguanta a una prensa con preguntas a las que es difícil responder porque el entrenador no quiere dar todavía la imagen de derrota, no al menos ante los medios. El de Sant Pol asegura que «cree» en al permanencia, que «dependemos de nosotros mismos», aunque asegura después que eso no es ni mucho menos fiable. Porque sabe que su equipo no es fiable, no hay calidad, no hay nada. «Al equipo le ha pesado no acertar en las ocasiones claras que hemos tenido. No es la primera vez y eso quieras o no crea un margen de desconfianza, el jugador empieza a pensar que pasa otra vez lo mismo y eso afecta, sí», manifestó el entrenador para tratar de explicar los motivos por lo cuales su equipo sufre un colapso que le conduce a Segunda B.

De los últimos 24 puntos el Mallorca ha sumado 3 puntos. Ante estas frías cifras no queda más remedio que aferrarse a la realidad. «Son números totalmente negativos. Hago la valoración que hace todo el mundo. Cuando sumas tan poco con tanto en juego la valoración es mala», indicó el de Sant Pol.

En una situación muy peligrosa y con el equipo de capa caída, el entrenador sigue creyendo en la salvación. «Creo en la permanencia, totalmente, pese a que los números actuales o los conseguidos hasta ahora demuestren los contrario», incidió el preparador mallorquinista. «En ocasiones das un mensaje y yo digo las cosas con un sentimiento y de una manera y se interpreta de una manera u otra. Hay nueve puntos en juego y a día de hoy dependemos de nosotros, que no es mucho de fiar, pero dependemos de nosotros a estas horas», señaló Carreras.

El entrenador dijo también entender que de cara al exterior la afición prácticamente se aferre a «un milagro» para seguir creyendo. «El juego del equipo es malo, la actitud, según vosotros, no es la adecuada, los números no dan para llegar.... la gente que piense lo que quiera y que se exprese como quiera. La gente se aferra a un milagro e insisto que ahora dependemos de nosotros y repito que esto no es de fiar».

«Lo de milagro es una expresión, como cuando dije que no vendía motos. Un milagro es algo inesperado, algo que no está en tu mano. Un milagro no depende de ti, depende de algo divino, aquí dependemos de nosotros, está en nuestra mano», concluyó.