Nsue lucha un balón durante el partido. | M. À. Cañellas

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Real Mallorca 0 - 0 Real Jaén

Real Mallorca: Miño; Ximo, Bigas, Agus, Antonio López; Nsue (Alex Moreno, 57) Thomas, Iriney, Alfaro (Geijo, min. 58); Marco Asensio y Tomer Hemed.

Real Jaén: Rene; Kitoko, Hugo Álvarez, Servando, Nando (Gaitán, min. 70); Juanma, Jozabed, Israel Jerez, Santi Villa (Machado, min. 63), Víctor Curto (Quesada, min. 75); y Jona.

Árbitro: Sánchez Martínez (C. Murciano). Amonestó a Juanma, Jozabed, Thomas, Álvares.

Con el centenario a las puertas, el Mallorca ha entrado en un coma profundo del que despertará, o no, en Segunda División B. Al grupo balear le ha entrado el pánico en el peor momento de su historia reciente. Hace apenas dos años, peleaba por entrar en Europa. Hoy en día es un enfermo terminal al que solo una reacción milagrosa en las tres últimas jornadas rescataría del pozo negro que aparece en el fondo del barranco. La defensa tiembla, el centro del campo ni roba ni crea y la delantera podría estar una semana sin marcar un gol. Tampoco Lluís Carreras ofrece soluciones desde el banquillo. Sus números recientes (3 puntos sobre 24 posibles) son para arrojar la toalla, agachar la cabeza y pedir perdón. Todo es un desastre absoluto. El empate de ayer, en la enésima final que no gana esta temporada, deja al conjunto bermellón a las puertas del infierno. Llamando con fuerza a un pozo inimaginable hace doce meses. Cuando bajar a Segunda parecía la hecatombe... (0-0)

Resumir la igualada ante el Real Jaén -un bloque de jornaleros con un presupuesto ¡quince veces! menor que los isleños- puede parecer una broma de mal gusto. El Mallorca creó alguna ocasión, se puso a tiritar de miedo a la hora de partido por culpa de su propia impotencia y acabó encerrado en su área por un rival que hace un año jugaba ante el Villanovense o el San Roque...

El Mallorca llega tan limitado física, anímica y técnicamente a la hora de la verdad que lo fía todo a un juvenil. Marco Asensio es su único recurso. Es una opción fiable, pero que precisa acompañamiento. Sólo Thomas, con algunas arrancadas, se sumó a las acciones de un jugador que acaba contagiándose de la desidia instalada en el vestuario y que acaba desapareciendo por el desagüe del encuentro. Porque este equipo no es capaz de dar una velocidad más. Su lentitud, la falta de movimientos, exasperó a los cinco mil valientes que acudieron a Son Moix y que arrojaron chatarra contras sus jugadores al término de la tarde.

En el cuaderno del partido queda reflejada la doble ocasión de Hemed y Alfaro al cuarto de hora, un par de disparos lejanos de Iriney -aguantó bien hasta que le acompañó el físico- y una rosca de Marco que taponó René. Del Jaén, equipo limitado pero con criterio, un trallazo de Curto.

A la hora de partido, justo cuando Carreras movió piezas (Alex y un inoperante Geijo por Nsue y Alfaro), el equipo se hundió. Hubo llegadas, acciones bien iniciadas por Marco, Thomas o Alex Moreno pero estropeadas por Geijo, un futbolista que altera a la grada por su ineptitud. La ocasión más clara llegó a balón parado, con un cabezazo de Hemed al larguero tras un saque de esquina. Era el minuto 80.

El Jaén, al que el empate le acerca a la salvación, vio sangre en el enemigo y se tiró a la yugular en los instantes finales. Con la grada irritada, Machado y Jona, éste en el descuento, pudieron certificar ya el descenso del Mallorca a Segunda B. Porque casi nadie da un euro ya por la salvación de este equipo.