La plantilla del Mallorca posó ayer en la ciudad deportiva de Son Bibiloni para la segunda fotografía oficial de la temporada, en la que se incluyen ya las cuatro incorporaciones que realizó el club durante el mercado de invierno (Liassine Cadamuro, David Generelo, Iriney Santos y Razzagui Camara), el canterano Marco Asensio o el nuevo cuerpo técnico que encabeza Lluís Carreras.

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Ximo Navarro sigue esperando. Dos meses después de encarrilar un acuerdo de renovación con el Mallorca para las tres próximas temporadas, el lateral todavía está pendiente de que el consejo de administración apruebe la operación para acabar de perfilar su futuro. Y aunque mantiene que su deseo es seguir vistiendo de rojo más allá del 30 de junio, insiste en que tampoco aguardará eternamente.

De todos los temas que continúan almacenados en la carpeta de asuntos pendientes, el blindaje de Ximo es uno de los que el Mallorca debe resolver con mayor celeridad. Sobre todo en el terreno deportivo, que es el que más sombras acumula. Con una plantilla sujeta con pinzas que deberá someterse a una profunda reforma durante el verano independientemente de la categoría en la que viva, el club no puede permitirse prescindir de ciertos activos. Y Ximo, cuyo papel en la plantilla se ha ido expandiendo, es uno de ellos. «Llevo prácticamente dos meses esperando», comentaba ayer en Son Bibiloni. «Ya tenía que hablarse la semana pasada y no se hizo. Luego me dijeron que sería este martes y nada. Tampoco sé qué esperar. Lo que tenga que ser será y ellos ya saben que me quiero quedar aquí y solo falta que pasen la propuesta, que no creo que sea tan difícil. Y después, que la acepten o no».

Demora

Ximo no termina de entender que en un contexto como el actual, el Mallorca se permita el lujo de tomarse ciertas licencias y dilatar una serie de operaciones que, en el caso de quedar abiertas, pueden resultar perjudiciales para sus propios intereses. «No creo que tenga que pasar tanto tiempo para, al menos, mirar la propuesta. Aunque si el tiempo pasa no puedo estar toda la vida esperando, porque nunca sabes lo que te puede pasar y tengo que mirar por mis cosas», destacaba manteniendo el discurso de anteriores semanas. «Estoy centrado en los partidos que quedan, que son muy importantes. En que acepten mi renovación y en subir con el Mallorca, que aún lo podemos conseguir. Si no se puede, ya veremos qué pasará», aclaraba el defensa, que en el caso de prorrogar su relación con el Mallorca y de que éste no ascienda, buscaría una cesión a un equipo de Primera.

Al margen de su situación contractual Ximo sigue confiando en las posibilidades de ascenso. «Yo sigo creyendo, igual que mis compañeros o el míster. Hacía tiempo que no perdíamos y en Lugo teníamos una buena oportunidad porque nos metíamos de pleno con el Tenerife y ahora nos hemos distanciado un poco y nos viene un encuentro muy difícil, ante un rival que se está jugando la permanencia, que será incluso más complicado que el del otro día en Lugo».
El defensa, consolidado ahora como central al costado de Agus, admite que el patinazo del Anxo Carro impactó contra la línea de flotación del vestuario. «Para nosotros fue un golpe duro porque teníamos la idea de ganar y estuvo todo muy igualado. Minutos antes de que nos marcaran tuvimos una oportunidad muy clara para cerrar el partido y justo después recibes un mazazo sin apenas tiempo para reaccionar. Luego ves que ganan el Murcia y el Tenerife y cómo se te alejan. Solo nos queda luchar y mejorar en todo para tratar de estar en esos puestos».


En esa misma línea, Ximo reconoce que el Mallorca debe mejorar de arriba a abajo si quiere mantener, aunque sea a lo lejos, sus aspiraciones de subir un peldaño. «Te despistas un momento y te llevas un gol que te hace perder el partido. Eso es lo que hay que corregir. Si no lo damos todo en esta categoría es muy difícil ganar partidos».