Antonio López, durante el partido en Alcorcón. | Eduardo Candel

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Alcorcón 1 - 1 Mallorca

Alcorcón: Dani Giménez; Iribas, Verdés (Chema Rodríguez, m.62), Babin, Ángel Sánchez; Rubén Sanz, Sergio Mora; Javito, Antonio Martínez (Pacheco, m.85), Juli; y Oscar Plano (Jony, m.72).

Mallorca: Rubén Miño; Nsue, Ximo Navarro, Bigas, Antonio López; Alfaro, Generelo, Iriney (Hemed, m.72), Thomas, Alex Moreno (Marco, m.58); y Gerard Moreno (Geijo, m.81).

Goles: 1-0: M.8 Juli; 1-1: M.49 Alfaro.

Árbitro: Arias López (comité cántabro). Amonestó a Rubén Sanz (m.42), Verdés (45), Ángel Sánchez (48), Iribas (65) y Babín (92), del Alcorcón; y a Iriney (37) y Marco (88), del Mallorca. Expulsó con roja directa a Chema Rodríguez (m.67).

El Mallorca sigue sin encontrar el camino. El grupo balear deambula por la categoría, está más cerca del pozo que de la gloria, es incapaz de imponer su jerarquía y acumula decepciones jornada tras jornada. Otra vez, el equipo isleño volvió a tirar a la basura un tiempo. Las huestes de Oltra pisaron Alcorcón mostrando una actitud lamentable. Lejos de fajarse, de dejarlo todo en un nuevo ultimátum para su entrenador, los jugadores solo reaccionaron tras el descanso, aunque se quedaron a medias. Otra vez. El empate, ante un enemigo que jugó media hora en inferioridad, apenas supone un avance significativo, el objetivo sigue alejándose y las dudas sobre el futuro del entrenador se mantienen. O sea que la vida sigue igual (1-1).

Oltra batió la coctelera en el vestuario y el experimento desembocó en un desastre. El Alcorcón convirtió al Mallorca en un guiñapo, en un equipo de amateurs, dedicado a perseguir camisetas amarillas. Con más intensidad, el cuchillo entre los dientes en cada disputa y toneladas de fe en la nueva apuesta de Bordalás, el Alcorcón atropelló a un Mallorca encogido. Famélico. Perdido. De inmediato, el cuadro local perforó en el agujero de la banda derecha. Por allí, Juli montó una tienda de campaña con la colaboración de Alfaro y Nsue, lamentables. Y la lata se abrió. El extremo se rió en cara del lateral, se fue hacia dentro y soltó un latigazo que Miño sólo vio cuando las redes ya se habían movido.

Mazazo

El Mallorca acusó el mazazo del gol y vivió grogi durante una fase notable del encuentro. Su propuesta resultó indigna. Balones al contrario, pérdidas constantes de Iriney y Generelo y patadones al pecho de Gerard, que divisaba por el retrovisor a Thomas. Pudo sentenciar el Alcorcón con un par de centros, siempre desde su izquierda, que se pasearon ante las narices de Miño. Los isleños pisaron la orilla enemiga a los veinte minutos con una acción iniciada por Antonio López -no estuvo mal en los balones al espacio y salvó un gol en el tramo final- y continuada por Generelo. Su centro rebotó en la mano de Babin, pero el colegiado miró a otro lado y no pitó penalti.

La bronca de Oltra volvió a surtir efecto. Un poco más de actitud fue suficiente para que el Mallorca tumbara el campo y al Alcorcón le entrará el tembleque. El guión había cambiado. Todo el equipo creció. En especial Iriney, que lució galones, y Generelo. Una porfia de Nsue en área rival acabó en un empujón de Angel Sánchez sobre Alfaro que acabó en el punto de cal. El onubense no perdonó y selló el empate.

El Alcorcón contestó con un chut raso de Javito que atrapó Miño. De repente, todo se le puso de cara al Mallorca. Se lesionó Verdés y su sustituto, Chema, vio la roja cinco minutos después tras una entrada sobre Thomas. Con el diluvio cayendo sobre Alcorcón, el grupo de Oltra pudo redondear la remontada tras una gran acción de Marco Asensio -había entrado por Alex Moreno- y un pase de la muerte. Alfaro, a un palmo de la línea de meta, se dejó el balón atrás en el remate.

Curiosamente, con un menos pudo machacar el Alcorcón, pero Antonio López taponó el remate de Javito con Miño ya batido. De ahí al final, Oltra pudo todo su arsenal (Hemed y Geijo) pero apenas creo ocasiones y al final se tuvo que conformar con un empate que no sirve para casi nada...