Gerard Moreno y Emilio Nsue, durante el partido entre el Mallorca y el Murcia en Son Moix. | Teresa Ayuga

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Empujado por su obra más completa y por una progresión que parece ir cobrando sentido, el Mallorca espera encontrar en Murcia el equilibrio que le hace falta. Para echar el ancla en los puestos de playoff y para oficializar, media liga después, una candidatura al ascenso que hasta la fecha apenas ha sido expuesta en medio del campo. Despejado y centrado únicamente en lo que ocurre sobre el tapete, el conjunto de Oltra va a tomarse la temperatura frente a un Murcia en apuros que todavía no ha olvidado el incendio que originó en Son Moix cuando la liga despertaba (Nueva Condomina, Teledeporte, 21.00 horas).

Si algo necesita el Mallorca es continuidad. Avalada por toda esa munición que almacena en el área contraria, la escuadra rojilla deshizo ante el Sabadell la última capa de hielo que le cubría y parece preparada para el asalto final, que en cualquier caso requiere una segunda vuelta brillante. A diferencia de lo que ocurrió cuando topó por primera vez contra el Murcia, a finales de agosto, el grupo sabe encajar con más naturalidad los golpes que recibe y se ha desmelenado en ataque, seguramente por culpa de esa competencia que preside la zona. Sin embargo, un nuevo pinchazo le haría recular. Más en el plano psicológico que sobre una clasificación apretada al máximo. Y eso, unido a la visita del Sporting del próximo domingo, le confieren al encuentro un aroma especial.

Permutas forzadas

Poco amante de los cambios cuando las cosas funcionan, a Oltra le toca esta vez revolver los cajones. La primera goleada del curso dejó también una carga pesada: la baja de Ximo y la sanción de Álex Moreno. Esos dos agujeros le impiden calcar un once ya más o menos definido y extender una propuesta aparentemente fiable. Sobre todo en el caso del extremo catalán, que no tiene un sustituto natural a la espalda. Con Miguel García lesionado tampoco Ximo cuenta con un repuesto claro, pero la respuesta de Nsue en esa plaza en la que se estrenó de la mano de Caparrós sí le ayuda a amortiguar el golpe. En cambio, en el flanco izquierdo del centro del campo el técnico va a tener que improvisar con un puñal de emergencia.

Es precisamente ahí donde se ubica la mayor duda que afecta este fin de semana a la alineación del Mallorca. Tal y como apuntó el propio Oltra el pasado viernes, hay alternativas suficientes, pero conviene encontrar la correcta. En principio, lo más lógico es que apueste por Iñigo Pérez, prácticamente inédito en las últimas ocho jornadas, o por el canterano Marco Asensio, que regresa a una convocatoria tras cinco semanas de ausencia y que, hasta ahora, todavía no ha sido titular. De todas formas, no son las únicas opciones, ya que Antonio López o Alfaro también encajarían en un puzzle diseñado para moldear la cuarta victoria del curso lejos de la Isla y emprender, ahora sí, el camino de vuelta a Primera.