El mallorquinista Alejandro Alfaro celebra arrodillado el segundo tanto del equipo en compañía de Thomas, Bigas y Álex Moreno. | Joan Torres

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Mallorca 4 - 1 Sabadell

Mallorca: Miño; Ximo (Víctor Casadesús, min. 17) , Cadamuro, Nunes, Kevin; Nsue, Bigas, Thomas, Álex Moreno; Alfaro (Antonio López, min. 79) y Gerard Moreno (Tomer Hemed, min. 86).

Sabadell: Nauzet; Cristian García, Martí Crespí, Olivas, Toni Lao (Edgar, min. 70); Collantes, Fernando Llorente, Antonio Longas, Pérez Arteaga (Ciércoles, min. 46) ; Sotan Tanabe (Tamudo, min. 46) y Aníbal Zurdo.

Goles: 1-0, min. 21: Álex Moreno; 2-0, min. 42: Alejandro Alfaro; 3-0, min. 50: Pedro Bigas; 3-1, min. 53: Aníbal Zurdo; 4-1, min. 62: Thomas Teye.

Árbitro: Santos Pargaña (comité andaluz). Expulsó al mallorquinista Álex Moreno en el minuto 56 por doble amonestación y amonestó a Ximo, Ciércoles, Cadamuro

Por encima de otras consideraciones, este Mallorca tiene pegada. Mucha pegada. No le hace falta al conjunto de José Luis Oltra tener una tarde memorable. Incluso pueden sufrir varios lapsus durante los partidos y, aún así, resolver la cita. Durante la primera parte del campeonato, el grupo balear no había sido capaz de exhibir toda su pegada. Siempre se había quedado a medias. Parecía incapaz de imponer su jerarquía. De marcar más de dos goles. De firmar una actuación cómoda y dar un puñetazo encima de la mesa... Pero la escuadra balear supo cambiar el rumbo para descorchar a lo grande la segunda vuelta del curso. Coincidiendo con el inicio de la nueva era, con el alemán Utz Claassen presidiendo el palco, el conjunto bermellón se desabrochó el corsé para ofrecer su mejor versión, atropellar a un blandito Sabadell y apuntar de nuevo al ascenso. Todavía no se ha asomado a la zona de playoff, pero si mantiene la dirección marcada ayer, parece cuestión de tiempo...

Agarrado a la calidad de su frente de ataque, con una dosis notable de sacrificio –jugó más de media hora con diez– y exhibiendo todo su arsenal ofensivo, el Mallorca resolvió con contundencia una cita marcada en rojo en la pizarra de Oltra. Había que ganar o ganar para no descolgarse y el equipo cumplió con creces en su mejor versión del curso.

El Mallorca sacó buena nota en todas sus líneas. Miño metió tres buenas manos, aunque su actuación quedó eclipsada por la goleada. Y en la retaguardia, la presencia de Cadamuro serenó los ánimos. El central, que se ubicó al lado de Nunes, impuso sus dotes de mando, sacó el balón con elegancia y salió ganador de todas las batallas individuales. Gran estreno del internacional argelino.

De la sala de máquinas salieron trabajo y goles. Bigas aportó esfuerzo y llegada, como demostró en la acción del 3-0 en el arranque del segundo tiempo. Thomas alternó errores en el control y en los pases con una acción de fuerza –recorrió cincuenta metros– que echó el lazo al encuentro cuando el Sabadell había recortado y Alex Moreno ya había sido expulsado.

Pero la diferencia está arriba. Si algo distingue y reluce en esta plantilla es la dinamita de su vanguardia. Gerard, Víctor, Alfaro, Hemed... se sienten cómodos con espacios, viven mirando la portería, son gente de rachas y pueden marcar en cuanto se les da un metro.

Estos valores convierten al Mallorca en un equipo peligroso. Sobre todo cuando dejas que el partido se convierta en un intercambio de golpes. Ahí, la calidad acaba imponiéndose.

Después de un inicio atascado, con el grupo de Oltra revolucionado y los balones largos a Gerard como única salida, la lesión de Ximo trastocó el guión al cuarto de hora. Oltra metió a Víctor, retrasó a Nsue y fijó a Alfaro a la banda derecha. Minutos después, esa variación táctica obtuvo su recompensa. Alfaro abrió a la banda, Gerard centró, Víctor porfió el balón y Alex Moreno exprimió el rebote para abrir la lata. De ahí al ecuador, el Mallorca amasó ocasiones de lujo. Pudieron marcar Bigas, Víctor –Crespí sacó un balón sobre la misma línea tras una pifia de Nauzet–, Thomas... Pero el gol llegó tras una obra de arte. Gerard se fue de todos por la cuerda en una jugada de artista y Alfaro rentabilizó la acción con el tanto.

El Mallorca no levantó el pie tras el descanso. Bigas, convertido en un improvisado ariete, se sacó de la manga un remate acrobático para el tercero. El Sabadell despertó con el tanto de Aníbal y la expulsión, injusta, de Alex Moreno. Cuando parecía que el equipo iba a sufrir, Alfaro dibujó un pase con el exterior al espacio. Thomas exprimió sus pulmones para encarar a Nauzet, amagar al segundo palo y soltar un latigazo al primero. Son Moix se convirtió en una fiesta y Oltra alzó los brazos en la banda para festejar su primer domingo tranquilo. ¿El punto de inflexión? En Murcia saldremos de dudas...