Un momento del partido entre el Mallorca y el Zaragoza. | ultimahora.es

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Una tarde de fútbol en Son Moix es tan impredecible como el tiempo en otoño, que pasa del sol a la tormenta tropical en cuestión de minutos. Esta tarde viene el segundo de Segunda, el Lugo (18:15 horas, La Sexta) y los baleares asomarán por Son Moix entre un puñado de dudas y pocas certezas.

Así es el Mallorca esta temporada. Imprevisible y que tanto le da ofrecer una cara amable como ponerse la careta de diablo y enseñar una imagen temible. ¿Qué versión verán hoy los aficionados? Es imposible predecirlo porque el equipo de José Luis Oltra es un enorme interrogante. El técnico sigue tratando de dar con la tecla y todavía no sabe bien si armar un equipo para elaborar, tocar, jugar, mandar y progresar con el balón o trasladar la idea de esperar un poco más, salir en zafarrancho de combate y convertir la sala de máquinas en un zona de paso, donde no se pierda mucho tiempo ni en elaborar fútbol ni que se entretenga en exceso la pelota entre idas y venidas.

Debate

El debate es futbolístico, pero lo que importa es ganar, sumar de tres en tres y ascender. El fin justifica los medios y si la ‘cara A’ no termina de naturalizar el ‘estatus’ del equipo sobre el césped, tal vez haya que apostar por la ‘B’. Además, el rival no concederá excesivas licencias. El Lugo se ha creído su papel de equipo revelación, exhibe una fe enorme y hace bastantes cosas bien durante mucho minutos. Es el referente de Oltra. Su espejo. Al fútbol hay que neutralizarlo con más fútbol y esa debe ser la idea de los mallorquinistas. No conviene un partido de rayos y truenos, de esos alocados, sin brújula, como el día del Zaragoza. Al Mallorca le va mejor masticar victorias como ante el Castilla, pero rivales tan inocentes como los madrileños hay pocos en esta Segunda División, elevada casi a la Premier por Emilio Nsue. Ni tanto ni tan poco. Hay un término medio y hoy la victoria se presume obligada para pensar que el ascenso no es una quimera.

Si Oltra todavía no tiene la certeza de cómo jugar, tampoco cuenta con un once titular fijo. Es difícil tenerlo porque entre lesiones y sanciones el patrón siempre va variando, pero el entrenador también pone de su parte. Oltra está sufriendo las consecuencias de una planificación sospechosa y la plantilla, además de ser reducida, tiene elementos que no encuentran espacio. Hoy no están en la lista Álex Moreno y Riverola, por ejemplo. ¿Jugará Geromel? Es imprevisible. Tanto Geromel como el Mallorca.