Los jugadores del Mallorca celebran el gol en Tenerife,

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Tenerife 0 - 1 Mallorca

CD Tenerife: Aragoneses; Moyano, Bruno, Carlos Ruiz, Raúl Llorente; Ricardo León (Luismi Loro, min. 83), Íñigo Ros (Quique Rivero, min. 66); Chechu Flores (Aday, min. 61), Suso; Ayoze Pérez y Aridane.

Real Mallorca: Miño; Miguel García, Nunes, Bigas, Ximo; Nsue, Thomas, Íñigo Pérez (Agus, min. 87), Alfaro (Martí, min. 60); Víctor y Gerard Moreno (Aki, min. 76).

Gol: 0-1. Min. 62: Gerard Moreno.

Árbitro: Fernando López Acera (Comité extremeño). Expulsó por doble amonestación al local Moyano (min. 75). Mostró cartulina amarilla al local Iñigo Ros, y a los visitantes Miño, Alfaro, Nunes, Íñigo Pérez, Ximo, Aki, Miguel García, Bigas y Thomas.

Exponiendo lo mínimo y agarrado a un golpe de fortuna, el Mallorca escapó del Heliodoro con la maleta llena de oro. Se reencuentra con la victoria la escuadra de Oltra, que esquiva así la segunda prueba que le planteaba este inicio de campaña. Los bermellones, superados en la mayor parte del duelo por un Tenerife voluntarioso y sin suerte, multiplicaron su eficacia tras apoyarse en un tanto oportunista de su mayor artillero: Gerard Moreno. El grupo rojillo vuelve a mirar hacia arriba, pero nadie debería engañarse: su aspecto sigue sin ser saludable (0-1).

Seguramente afectado aún por su último patinazo, el Mallorca emergió sobre la hierba del Heliodoro con más complejos que confianza. Pese a tener enfrente a un rival falto de munición y enlatado en la zona roja, el cuadro de Oltra no logró imponer su tratado y se limitó a esperar que se abriera algún claro a la contra. Y no solo no lo encontró, sino que además tuvo que padecer las estrecheces de casi siempre en defensa. Especialmente Nunes, que lo pasó realmente mal para contener a Ayoze.

A excepción de alguna internada incompleta de Ximo por el flanco izquierdo, la producción en ataque durante el primer tiempo fue nula y todas las acciones de peligro se condensaron ante los ojos de Miño. Primero con un misil de Raúl Llorente que se estampó contra la base de su palo derecho. Luego en un saque de esquina que desembocó en un gol anulado a Aridane por fuera de juego. Y al final, con otro tiro lejano de Ricardo León que escupió el portero catalán.

Mientras tanto, el área de Aragoneses era un remanso de paz. Un lugar casi idílico desde el que seguir el partido a través de unas vistas de lujo. Ni ideas, ni fútbol, ni ocasiones. Nada.

El descanso resultó un bálsamo para el Mallorca. Sin deslumbrar, al menos le aplicó algo de intensidad a su discurso. El Tenerife se fue enredando en su propio juego antes de arreón final y los baleares aprovecharon sus minutos de vacío para llenar la bolsa. Thomas apuraba el carril derecho y a duras penas enviaba su centro que Aragoneses fue incapaz de blocar tras ser desviado por un defensa. Gerard, que se encontraba en el lugar preciso en el momento justo, burlaba a la defensa y mandaba la bola tras la línea de gol.

El Tenerife se enrabietó al verse en suelo y se trasladó por completo al campo del Mallorca en busca de auxilio. Y no lo encontró de milagro. Miño lo impidió en primera instancia en un cara a cara con Ayoze. Y el propio punta tinerfeño casi aprovecha a continuación un exceso de confianza de Bigas que arregló el poste. Los de Álvaro, que se quedaron con diez por la expulsión de Moyano, metieron al Mallorca en su parcela durante todo el epílogo, pero les faltó la suerte que tuvo su invitado y seguirán otra semana en el pozo.