Alejandro Alfaro, durante el trofeo Ciutat de Palma. | Jaume Morey

TW
8

En pleno verano y con casi diez meses de camino por delante, el Mallorca inicia en Sabadell la operación retorno. El conjunto bermellón, que llevaba dieciséis años sin pisar las catacumbas del fútbol español, emprende esta tarde el desafío de recuperar, en una única temporada, la localidad que ocupaba entre los más grandes. Siguiendo los pasos de José Luis Oltra y con una estructura en obras, la escuadra isleña pondrá en marcha la maquinaria con la intención de eliminar esa desconfianza que le genera su entorno actual para empezar a mirar hacia arriba desde el primer día de curso (Nova Creu Alta, 19.00 horas).

Después de pasar todo el verano mentalizándose, el Mallorca se dará de bruces con su nueva realidad en un partido cargado de trampas e incógnitas. Empezando por las que genera el propio equipo balear, que pese a completar una pretemporada inmaculada en cuanto a resultados, se rodea aún de todas esas dudas que ha heredado de la temporada anterior y de las que suelen florecer en esta época del año. De momento, el bloque puede presumir de calidad y pegada, pero mantiene abiertas las puertas de su defensa y el suministro de su tendido eléctrico sigue careciendo de continuidad.

Favoritos

Por lo demás, el Mallorca afronta el encuentro y el ejercicio convertido en uno de los grandes de la categoría, con todo lo que eso que conlleva. Señalado por casi todos sus enemigos como el rival a batir, el cuadro de Oltra gestiona también una serie de recursos inalcanzables para la mayoría de sus compañeros de viaje. Y solo con su calidad, debería bastarle para optar a todo.

Para su puesta de largo, el entrenador valenciano tampoco tiene demasiado donde elegir. Con Márquez fuera del proyecto desde mediados de semana y la enfermería poblada, el preparador ha incluido en la primera lista de la temporada al canterano Tià Sastre, una de las sensaciones del verano, y a Pedro Geromel, al que el club intenta encontrar una salida en el mercado a la desesperada. Ante eso, en el once inaugural no se contemplan demasiadas sorpresas y más allá del debate de la portería los únicos interrogantes aparecen en las orillas del centro del campo.

El Sabadell, por su parte, alza el telón con planes renovados y un decálogo basado en las pautas que marca el nuevo propietario japonés del club, Keisuke Sakamoto, quien ha depositado toda su confianza en el técnico Javier Salamero.

Con él, han aterrizado hasta ocho incorporaciones, aunque algunas de ellas no están aún listas para debutar, como en el caso de Ruper. Salamero, que ha tenido que convocar a tres canteranos, tampoco lo tendrá fácil a la hora de armar un once de garantías.