Gregorio Manzano se dirige a la plantilla del Mallorca durante la charla previa al entrenamiento de ayer en los campos de la ciudad deportiva.

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Con más del 90 % del calendario evaporado y la temporada a punto de extinguirse, el Mallorca aún busca su camino. Desorientado desde que el campeonato se desprendió de sus primeras capas, el conjunto bermellón continúa aturdido y se dirige hacia el sótano del fútbol español con la mirada perdida y el semblante desfigurado. Los rojillos, que ni siquiera son capaces de arrancarse esa etiqueta que les señala como el peor equipo de Liga, no han descifrado una sola coordenada correcta. Hasta ahora, ni dos de los entrenadores con mejor cartel de la categoría ni una dirección deportiva liderada por el máximo accionista de la SAD han podido apartar al club de una agonía tan triste como dolorosa.

Lo más desgarrador es que el costoso y traumático cambio de rumbo que promovió Serra Ferrer a principios de febrero no ha servido de nada. Lejos de levantar la barbilla, el equipo se ha hundido más en el fango y Manzano ha sido incapaz de mejorar las perspectivas del Mallorca de Caparrós. De hecho, las más significativas de todas las ha empeorado. Apoyado sobre una plantilla asimétrica y defectuosa, el técnico jienense está a punto de precipitarse al vacío con el que hasta ahora había sido su club fetiche.

DISTANCIA CON LA SALVACIÓN

De cuatro a cinco puntos y la mayoría de duelos directos perdidos

Tras trece jornadas de travesía siguiendo la brújula de Manzano, el Mallorca no ha avanzado un centímetro en el maratón por la permanencia. Caparrós dejó el banquillo isleño poco después de doblar la esquina del campeonato y a cuatro puntos del tablón de la salvación, por aquel entonces en manos de Osasuna. A día de hoy y a falta de solo 270 minutos de competición, el Mallorca tiene la superficie a cinco puntos más el golaverage , ya que en la frontera se encuentra el Zaragoza. Además, los rojillos solo superarían al Celta en caso de empate a puntos y saldrían malparados en el resto de duelos. Porque ante Granada u Osasuna, con los que mantiene el equilibrio, acabaría por detrás debido a su abultada diferencia de goles.

GOLES Y PUNTOS

El equipo marca más, pero se ha acentuado su decable en defensa

En el tercio de campeonato que ha supervisado Manzano el Mallorca tampoco le ha dado lustre a los números que más afectan a su estado de salud. Ni mucho menos. Con Caparrós el equipo capturaba 0,77 puntos de media por encuentro y firmaba un promedio de un gol a favor por partido y 1,9 en contra. Con Manzano a las riendas, el Mallorca ha recopilado 12 puntos en 13 jornadas y en una clasificación parcial de esa franja su equipo sería 17º, con un promedio de 0,92 puntos por encuentro. En el plano ofensivo ha mejorado (1,2 goles por choque), pero su defensa se ha desintegrado para dejarle sin oxígeno (28 goles en contra tras su llegada y 2,15 de media).

COLISTA Y DESAHUCIADO

Cuatro capítulos de la Liga durmiendo en el fondo de la tabla

El Mallorca de Joaquín Caparrós sufrió un desvanecimiento letal a partir de la sexta jornada, pero no le dio tiempo a estamparse contra el fondo de la tabla. Con Manzano, que llegó a tener la permanencia a un punto, ya son cuatro las semanas que ha pasado el equipo sin nadie a la espalda, las tres últimas de manera consecutiva. Otro detalle: el Mallorca, que pasó cuatro jornadas en la zona roja con Capa, nunca ha salido de ahí con el de Bailén al volante.

JUGADORES Y RECURSOS

23 futbolistas empleados en apenas un tercio de la competición

Manzano sigue sin dar con la tecla y desde que inició su tercera etapa en Son Moix no ha podido construir un once mínimamente fiable. Después de un montón de pruebas (12 alineaciones diferentes en 13 jornadas), el Mallorca permanece tirado en la cuneta de la Liga y no reacciona. En total, Manzano ha utilizado ya a 23 futbolistas, aunque sus datos en esa dirección andan aún muy lejos de los de su antecesor, que entre la primera jornada y su despedida en Anoeta empleó a 29.