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El Mallorca se afila las uñas pensando en lo que va a encontrarse a la vuelta de la esquina. Encerrado en el compartimento más frío de la clasificación y sin apenas tiempo para dar con la salida, el equipo balear cuenta las horas para centrarse en la batalla de La Romareda y seguir definiendo un futuro cubierto de interrogantes. Después de dos jornadas marcadas por las luces de los números (4 puntos de 6 posibles) y las sombras de su juego, el conjunto que dirige Gregorio Manzano quiere aprovechar el último enfrentamiento directo que le queda por tachar en la agenda para dinamitar a un Zaragoza en coma. Los aragoneses, que seguirán moviéndose por la Liga de la mano de Manolo Jiménez, no solo acumulan quince jornadas peleados con la victoria. Además, son el grupo más vulnerable del torneo en su propio domicilio y si quieren reeditar la gesta de la temporada pasada tendrán que sortear la presión que implica un encuentro de estas características.

El Zaragoza, señalado como el colista de la competición después de fracasar a su paso por Balaídos, no le ofrece un resultado positivo a su afición desde el pasado 10 de noviembre, cuando liquidó al que hoy es uno de sus compañeros de viaje, el Deportivo, en un partido eléctrico (5-3). Casi medio año de pobreza en el que únicamente se han intercalado cuatro empates insuficientes, todos ellos cosechados desde finales de enero hasta ahora frente a Espanyol, Valencia, Granada y Real Madrid.

En total, el cuadro zaragocista ha recogido 13 puntos en los 15 encuentros que ha representado como local. Nadie ha sumado menos y también en una clasificación parcial se instalaría en el último asiento. No muy lejos de él se sitúan el Granada (15 puntos en su estadio) y el propio Mallorca (19), que serían sus acompañantes en la zona roja.

Solo en la parte inicial del campeonato logró imponer el Zaragoza un decálogo bajo sospecha. Tras agarrarse a la categoría por medio de un milagro, el equipo necesitó cinco jornadas para estrenarse en su estadio a costa de Osasuna y antes de que acabara la primera vuelta se aseguró un colchón protector después de superar al Sevilla y al Deportivo en su última función notable como local.

Línea descendente

Mientras tanto, se han largado de allí con los bolsillos llenos el Valladolid, el Málaga, el Getafe, el Celta, el Levante, el Betis, la Real Sociedad y el Barcelona. No obstante, tampoco al salir de la capital del Ebro ha encontrado motivos con los que ilusionarse. De hecho, ha trenzado ya 15 partidos sin alzar los brazos desde que ganó en San Mamés (0-2) el pasado 22 de diciembre.

El Mallorca, por su parte, tratará de completar su primer triplete como foráneo, ya que tampoco puede presumir de sus dígitos como visitante. Presenta 9 puntos (los únicos a los que aventaja en esa dirección son el Sevilla y el Celta) y hasta el momento solo ha atrapado dos victorias fuera de Son Moix, aunque también es cierto que ambas tuvieron un valor altísimo. La primera, sellada en la última jornada de 2012 en el Villamarín, ponía fin a una racha de 11 encuentros sin vencer y suavizaba la agonía del plantel antes del parón invernal. Y la segunda, fechada a comienzos de marzo en Granada, suponía el primero golpe de efecto de la era Manzano y dejaba malherido a un enemigo directo. Sin embargo, no ha tenido continuidad y el grupo necesita dinamizar sus cuentas para no quedarse atrapado en las arenas movedizas.

Otro de los puntos flacos que exhibe el Zaragoza apunta directamente a su artillería, algo deteriorada a la vista de sus cifras. Los maños son incapaces de mejorar una media de un tanto por partido (solo Osasuna está peor) y sus problemas para definir están a punto de enviarle a la silla eléctrica.