El jugador argentino del Real Mallorca Fernando Tissone, durante un entrenamiento. | Monserrat

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La plantilla del Mallorca no oculta la gravedad de la situación por la que atraviesa y ya sabe a qué atenerse. Después de patentar su peor versión en el Camp Nou y de besar el suelo de la Liga con tres dolorosas derrotas, el vestuario es consciente de que un nuevo fracaso, en su propio domicilio y frente a un enemigo directo, le dejaría prácticamente sin vida. «O le ganamos al Celta o estamos fritos», destacaba ayer Fernando Tissone en su particular fotografía del equipo.

Poco partidario de edulcorar sus mensajes con tópicos sin demasiado sentido, Tisso lanzaba un mensaje con aroma a ultimátum que recuerda que el del Celta no va a ser un partido más. Ni mucho menos. «Los tres puntos del lunes, eso es lo único que tenemos nosotros en la cabeza, los tres puntos del lunes», repite el argentino al ser cuestionado por las necesidades del grupo. «Y después los tres puntos con el Rayo, los tres puntos con el Zaragoza... no podemos pensar en otra cosa. El lunes hay que ganar sí o sí. No queda otra», insiste.

Buen camino

Pese a todo, el centrocampista argentino cree que el Mallorca ha circulado sobre el carril correcto durante toda la semana y que, a pesar de los daños que provocó el manotazo recibido en Barcelona, el equipo ha hecho todo lo posible por tapar los boquetes que abrió la derrota y su consiguiente desprendimiento en la clasificación: «Estamos entrenando mucho y creo que muy bien, de una manera muy intensa y buena», alega el pivote. «Trabajamos para mejorar algunos defectos que hemos tenido en los últimos partidos y para que el resultado del lunes contra el Celta sea distinto que los últimos dos partidos».

A la hora de radiografiar a la formación isleña, Tissone incide en esa batería de equivocaciones que han llevado al Mallorca al pozo de la tabla, pero se niega a pensar que se trata de un problema de fragilidad mental. Para el argentino, se trata de una serie de desajustes futbolísticos que deben ser solventados sobre la marcha. «No creo que el problema haya sido mental, sino que hemos cometido errores que hemos pagado muy caros o que no hemos sabido revertir esta situación durante el partido. Por eso debemos tratar de protagonizar los menos fallos posibles. Y si se llega a caer en alguno de ellos, levantarnos y cambiar el chip para tratar de mejorar el resultado».

Tisso, que como sus compañeros de caseta cree que el papel de la afición va a ser determinante para soñar con la permanencia, espera que el lunes las gradas presentan un aspecto similar al del día del Deportivo. «Estamos muy agradecidos. Les damos las gracias por lo que están haciendo en los últimos partidos, que cada vez son más. Es una ayuda para nosotros. Trataremos siempre de dar lo mejor, con nuestros defectos y con nuestras virtudes, para que pase lo mejor para el equipo».Sobre el Celta, Tissone recuerda que habría que aprovechar su delicada autoestima para asestarle un golpe que podría resultar definitivo. «Es un equipo que está en la misma situación que nosotros, porque tienen los mismos puntos, y vienen de una derrota en casa contra el Rayo. Ante eso, seguramente no estarán anímicamente de la mejor manera. Tenemos que tratar de llevar el partido hacia nuestro lado y beneficiarnos desde el primer minuto de los nervios que puedan tener. Debemos sacarle punta al hecho de jugar en nuestro estadio».