Llorenç Serra Ferrer durante la rueda de prensa posterior a la reunión. | Joan Torres

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Estatutos ‘interruptus’. Los apoderados del Real Mallorca dieron marcha atrás en su propuesta de fijar fecha y hora para la convocatoria de una junta general extraordinaria de accionistas con el fin de modificar los estatutos del club y, según dijo el propio presidente en funciones «actualizarlos» a los tiempos actuales.

La filosofía principal del nuevo texto estatutario se basaba principalmente en la eliminación del papel gestor del consejo de administración y que el club pasase a estar dirigido fundamentalmente por el propio Serra Ferrer y Biel Cerdà. Al ser un texto elevado a junta general y que puede salir aprobado por mayoría simple, esto permitiría crear un nuevo modelo de gestión donde el papel del órgano de poder del club podría pasar a desarrollarlo un administrador único o dos administradores mancomunados, restando todo tipo de privilegio administrativo al resto de consejeros.

También el texto preparado para ser aprobado en una junta que ayer debía quedar fijada, indicaba que los nuevos gestores recibirían un sueldo por su trabajo y que los consejeros recibirían retribuciones económicas a través de ‘dietas’.

A la conclusión del consejo de administración, una de las cuestiones a las que hizo referencia Serra Ferrer fue precisamente al aplazamiento de la puesta en marcha de estos nuevos estatutos. «Se ha dado un plazo a todos los consejeros para que puedan estudiar y mirar cuáles eran las mejores fórmulas de gestión o de actualizar los estatutos actuales. El objetivo es actualizarlos, no hay otro objetivo. Los actuales tienen ya tiempo», comentó Serra.

Sin embargo, el régimen de Serra Ferrer no se caracteriza especialmente por dar excesivo tiempo al resto de consejeros a estudiar las propuestas y su principal objetivo es que salgan adelante sin más. El cambio de estrategia de Cerdà y Serra no deja de ser sorprendente, aunque no es menos cierto que el hecho de que el nuevo texto al que ha tenido acceso

Ultima Hora haya trascenido a la opinión pública, suponga un freno en las intenciones iniciales de los dos apoderados del Mallorca.

Ambos —Serra y Cerdà— insistieron en que el tiempo que llevan en el club no han cobrado nada, pero el propio Cerdà dejó abierta la opción de ser remunerado en un futuro. «Para mí no era prioritario este tema —el de cobrar— y en su momento, cuando se plantee, ya hablaremos, pero durante estos dos años y medio no he cobrado absolutamente nada del Mallorca», dijo Cerdà.