Utz Claassen, a la izquierda, y Llorenç Serra Ferrer, a la derecha junto a Jaume Cladera, en el palco presidencial del estadio de Son Moix. | Teresa Ayuga

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El Mallorca abre el año 2013 con una reunión que puede marcar su futuro. Un consejo al rojo vivo con el destino de la entidad en juego. Con el ecuador del campeonato liguero a la vuelta de la esquina, la SAD balear se cita esta tarde, a partir de las 16.00 horas, para definir su organigrama. Utz Claassen tiene en su mano el rumbo de la institución. A pesar de su buena relación con Biel Cerdà, que se postula como el principal candidato para sustituir a Jaume Cladera como consejero delegado, Ultima Hora ha podido saber que es poco probable, por no decir imposible, que el consejero alemán pacte con Llorenç Serra Ferrer y vote a Cerdà.

Aunque en los últimos días se había especulado que Claassen se podría alinear con el pollençí , la obstinación del pobler por mantener el control absoluto del club con su supuesto pacto con Cerdà, lo hace ilegible. Además, las maniobras subterráneas de Serra y el hecho de anteponer sus intereses personales al de la institución -ni siquiera ha contactado con el sector opositor con la intención de llegar un acuerdo por el bien de la entidad-, alertan a Claassen sobre su decisión final, que salvo un giro de 180 grados será contraria a los intereses de Serra Ferrer.

La reunión del consejo de administración está fijada para taponar las vías de agua, las grietas cada vez más visibles que amenazan con resquebrajar al club en su vertiente institucional.

Serra pierde el poder

Sobre la mesa, tres puntos claves: analizar la situación tras la demanda del G-30 y nombrar al sustituto de Jaume Cladera tanto en la presidencia, como en su cargo de consejero delegado. Ahí radica el quid de la cuestión. Es en ese apartado donde Llorenç Serra Ferrer puede perder el poder...o recuperarlo si finalmente su propuesta sale adelante y Biel Cerdà asume ese rol.

En caso contrario, en el supuesto de que el pollençí no logre los votos necesarios para ser consejero delegado -necesita seis de los ocho-, cualquier operación, por nimia que sea, tendría que pasar obligatoriamente por el órgano de gobierno.

Aunque la reunión de esta tarde arrancará con las cartas marcadas, en las horas previas aparecen numerosas incógnitas, con Utz Claassen como el centro de todos los focos. Sobre todo para elegir un consejero delegado, ya que para nombrar presidente es suficiente con mayoría simple. Y es que en el consejo de hoy se pueden producir maniobras cuando menos surrealistas. Por ejemplo, que Serra Ferrer potencie a Biel Cerdà, el principal culpable de la marcha de su amigo Jaume Cladera. Incluso que el defenestrado vote a favor del consejero pollençí . No obstante, todo pasará por la decisión que adopte Utz Claassen, que no está dispuesto a devolverle todo el poder absoluto a Serra Ferrer... un galimatías de proporciones notables y de consecuencias imprevisibles.

Sobre el papel, los votos ya están decididos. Al menos en su mayoría. Biel Cerdà necesita seis de los ocho para ser nombrado consejero delegado y devolverle a Serra Ferrer el poder perdido tras la dimisión de Jaume Cladera el pasado día 24 de diciembre. Serra Ferrer pretende nombrar a Cerdà consejero delegado para seguir controlando el club con plena autonomía. Para ello, cuenta con los dos votos del pollençí (el suyo y el de su propio hijo) y con el de Miquel Coca. Sin embargo, todavía necesita dos favorables a su apuesta. Y ahí los dardos apuntan a Jaume Cladera y Utz Claassen. El dimitido presidente puede apoyar a Cerdà como su sustituto a pesar de que éste le empujara al abismo. Pero si el consejero alemán, como así parece, vota en contra de la propuesta de Serra, éste habrá perdido otra batalla.