El centrocampista del Mallorca, Emilio Nsue (c), controla la pelota presionado por el defensa del Celta, Carlos Bellvis (d). | Efe

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Celta 1 - 1 Mallorca

Celta: Varas; Mallo, Vila, Túñez, Bellvís; Oubiña, Alex López, Augusto (De Lucas,min.63), Park, Krohn Dehli (Joan Tomás, min. 85) y Iago Aspas (Bermejo, min 73).

Mallorca: Aouate; Bigas, Anderson, Geromel, Ximo; Fontás (Martí,min. 72), Pina, Pereira (Arizmendi, min.72), Nsue, Víctor Casadesús y Hemed (Kevin, min. 86).

Goles: 0-1, min.21, Hemed. 1-1, min.55, Park.

Árbitro: Pérez Montero.

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El Mallorca regresa de Vigo con un torquinete. Después de seis jornadas de sudor frío y pesadilla ha vuelto a reactivar sus números el conjunto isleño, que se aplicó un punto de sutura ante un enemigo en potencia. Los de Caparrós, mucho más prácticos de lo que se habían mostrado últimamente, facturaron un empate de agradable sabor ante el Celta que no soluciona sus problemas, pero que sí los relativiza (1-1).

Empaquetó el punto el Mallorca en un inicio más que aseado. El equipo de Caparrós decidió aplicarse desde el primer minuto y aunque le costó desvestir al Celta, lo arrinconó pronto a base de saques de esquina (forzaría hasta 6 en 18 minutos) y empezó a abrirse camino. Bien plantado y empujando por los costados, el grupo balear asumió el gobierno del partido frente a un rival que se alimentaba únicamente del desparpajo de Iago Aspas. El punta celeste amenazó con reventar la burbuja rojilla tras los primeros avisos visitantes y emitía una molesta sensación de peligro cada vez que contactaba con el balón, pero a su equipo tampoco le alcanzaba para hacer daño.

El Mallorca comprobó que había abierto una vía y decidió aprovecharla insistiendo ante el área de Javi Varas. Hasta que localizó un premio que acabó consiguiendo a trompicones, con la complicidad de la defensa local. Primero lo probó Hemed con un remate a bocajarro que repelió el portero. Fontàs primero y Pina después también lo intentaron en sendos rechaces. Pero el balón volvería a recaer ante las botas del punta israelí, que esta vez no malgastó la bala (minuto 21).

El gol ayudó al Mallorca a sacarse las últimas piedras que transportaba en los bolsillos y provocó las primeras evidencias de ansiedad en el Celta, que lo seguía fiando casi todo a la inspiración de Aspas. Y el gallego estuvo a punto de reiniciar el encuentro tras sentar a Geromel y entregarle la bola en bandeja a Augusto Fernández. Sin embargo, el disparo del argentino se marchó a uno de los fondos de Balaídos y acentuó la desesperación local.

Con el guión del partido bajo su manto, el Mallorca dobló la esquina algo más relajado. Hemed, después de asociarse con Pereira, puso a prueba a Varas y cuando parecía que la brecha se ensanchaba emergió otra vez Iago Aspas. Sacó petróleo recostado a la izquierda y Park, del que no había noticias hasta entonces, empujó el balón ante la pasividad de Anderson (min.55).

El Celta despegó. Con alguna dificultad, porque Hemed casi le manda de vuelta a la tierra con un testarazo que Varas desvió al larguero. Además, sería Paco Herrera quien le acabaría poniendo un palo entre las ruedas a su equipo al retirar del campo a Iago Aspas. Sin ese peso encima, el Mallorca volvió a alzar la cabeza a la contra. Varas, otra vez, abortó un posible tanto de Nsue y pese a que los gallegos amenazaban con vaciar el cargador uno y otro acabaron firmando las tablas. Algo es algo.