El jugador del Mallorca Geromel disputa un balón con el jugador del deportivo Aythami. | Miguel Riopa

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Deportivo 1 - 1 Mallorca

Deportivo: Lux; Manuel Pablo, Aythami, Roderick, Tiago Pinto; André Santos (Bodipo, min79), Jesús Vázquez (Juan Domínguez, min.45); Saúl (Marchena; min.68), Camuñas, Bruno Gama; y Nélson Oliveira.

Mallorca: Aouate; Ximo, Fontás, Geromel, Kevin; Uche (Bigas, min.14), Martí (Pina; min53); Arizmendi, Giovani, Marc (Pereira, min.83); y Alfaro.

Goles: 1-0, min.54: Manuel Pablo. 1-1, min.71: Geromel.

Árbitro: Ayza Gámez, del colegio valenciano. Mostró amarilla a Tiago Pinto (min.6) y Nélson Oliveira (min.45), por parte del Deportivo; y a Geromel (min.45+3), por parte del Mallorca.

En un mal partido y envuelto por el incómodo disfraz de la Copa, el Mallorca ha recuperado algo de aliento. O al menos ha detenido esa hemorragia que amenazaba con trasladar al torneo del KO las malas sensaciones que venía proyectando en la Liga. El primer tanto del brasileño Pedro Geromel vestido de rojo va a aliviar durante unos días los males de los isleños, que salían anoche de Riazor con la moral ligeramente restaurada y algo de ventaja en el bolsillo (1-1).

Uno y otro equipo se lanzaron a la piscina de la Copa tomando las precauciones habituales, dosificando el combustible de la plantilla y midiendo con precisión sus movimientos. Aunque paradójicamente, casi toda la acción del primer tiempo se concentró en un prólogo intenso y accidentado. A los treinta y dos segundos y después de un intento de salida el tromba, el Deportivo reclamó un penalti por manos de Uche, cosió una buena ocasión al momento y respondió el Mallorca. Daba la sensación de que el partido nacía cargado de electricidad, aunque el tiempo lo acabó poniendo todo en su sitio.

Presentación

Al margen de esa acelerada puesta en escena, la primera mitad se rodó en la penumbra, sin que ninguno de los dos equipos ofreciera una sola muestra de interés por el partido o el torneo. Además, en la acera mallorquinista todo quedó enturbiado por la prematura salida del campo de Uche. El nigeriano, que se estrenaba con el primer equipo después de dejar atrás una larga lesión, volvía a lastimarse en una de sus primeras intervenciones y abandonaba el campo entre gestos de rabia e impotencia. Bigas ocupó su plaza, se situó como central y Fontàs adelantó su posición, pero el Mallorca acusó el golpe durante muchos minutos. Por fortuna, el Deportivo mantuvo en todo momento desplegado su catálogo de carencias y hasta el descanso no hubo mucho de lo que preocuparse. Casi nada.

El descanso tampoco produjo buenas noticias. A los dos entrenadores parecía que les había ido bien con lo expuesto hasta entonces y pensaban más en el careo del domingo sobre la pasarela de la Liga que en su refriega copera.

La monotonía se quebró con una extraña acción en el área de Aouate. El israelí no sincronizó su salida con Geromel, patinó y acabó viéndose sorprendido por un zurdazo de Manuel Pablo desde fuera del área que agujereó la puerta balear por el centro.

En cualquier caso, el gol del canario espoleó al Mallorca, que también mejoró con la presencia de Pina a los mandos del centro del campo. Marc Fernández rozó el empate y aunque se quedó con las ganas, su remate desembocó en un saque de esquina que acabó ofreciendo petróleo. Arizmendo peinó el balón en el primer palo y Geromel remató casi a placer para indicar el camino hacia la siguiente estación de la Copa.