Real Madrid's Gonzalo Higuain (top) celebrates his second goal against Mallorca's goalkeeper Dudu Aouate (L) during their Spanish first division soccer match at Iberostar Stadium in Mallorca October 28, 2012. REUTERS/Enrique Calvo (SPAIN - Tags: SPORT SOCCER) SOCCER-SPAIN/ | STRINGER/SPAIN

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El pasado día 1 de octubre, el Mallorca se presentaba en el Coliseum Alfonso Pérez en una de las plazas de privilegio de la Liga y con la posibilidad de firmar el mejor arranque de toda su historia. Era tercero con 11 puntos, a cuatro del líder Barça y dos menos que el Atlético. Sin embargo, una tempranera expulsión de Ximo lo alteró todo. Aceleró la primera derrota del campeonato y empujó al grupo de Caparrós a una caída libre que todavía no ha frenado.

Hoy en día, el conjunto balear es undécimo en la tabla clasificatoria después de haber sufrido cuatro derrotas y de perder a varios titulares (Nunes, Joao, Antonio López...) por lesión en un mes para enterrar que concluyó, futbolísticamente, el pasado domingo, cuando el Real Madrid igualó la derrota casera más abultada de la historia del Mallorca en Primera División (0-5).

La visita a Getafe prendió la mecha del peor momento desde que Joaquín Caparrós se hizo cargo de las riendas mallorquinistas hace poco más de doce meses. En aquel duelo, el conjunto madrileño aprovechó la expulsión de Ximo para mandar al cuadro bermellón a la lona, después de haber firmado un arranque inmaculado. Al día después, se produjo la mala noticia de la lesión de José Carlos Nunes.

Pero la mala suerte no acabó ahí, ya que días más tarde, en una sesión preparatoria, Antonio López también se lastimó la rodilla. Otros tres meses de baja.

Improvisar

Joaquín Caparrós improvisó la zaga en el duelo casero frente al Granada... y la maldición volvió a azotar al vestuario en forma de lesión. Un mal movimiento de Joao Victor provocó la rotura del cruzado y su despedida de la temporada. La mala actuación arbitral, que señaló como penalti una falta de Nsue fuera del área, y el atasco del bloque bermellón, desembocó en un tropiezo inesperado y en la primera derrota en casa.

Durante el parón por los compromisos de las selecciones, el Mallorca reforzó la caseta con la cesión del azulgrana Andreu Fontàs, que se presentó en la Isla como una alternativa tanto al centro de la defensa como al mediocentro. Su primera oportunidad llegó en el Sánchez Pizjuán. Caparrós no dudó en situar a Fontàs en el doble pivote, junto a Tomás Pina, y también le dio la alternativa desde el inicio a Giovani Dos Santos, en la enfermería desde su llegada.

El partido comenzó bien, el Mallorca se adelantó en dos ocasiones tras sendas asistencias del internacional mexicano y los goles de Bigas y Hemed. Pero el Sevilla apretó por su carril diestro y logró darle la vuelta al marcador (3-2). Y el pasado domingo, la debacle absoluta. El Real Madrid humilló a un equipo que ahora afronta un doble compromiso en Riazor (el jueves en la Copa del Rey y el domingo en la Liga) ante el Deportivo con la intención de volver a asomar la cabeza. Octubre ya acaba y llega noviembre.