El delantero del Sevilla CF, Manu del Moral (i), lucha el balón con Pep Lluís Martí, del RCD Mallorca. | Efe

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Con el depósito otra vez lleno y el semblante algo cambiado por la irrupción de las últimas incorporaciones, el Mallorca aspira a escapar en Sevilla del primer agujero negro en el que se ha visto atrapado esta temporada. Después de permanecer quince días estacionado y tras dos deslices consecutivos, el equipo de Caparrós se sube a uno de los escenarios más exigentes de la Liga para encontrarse con un Sevilla con el que comparte necesidades. La escuadra hispalense, que viene desplomarse de forma cruel ante Barça y Celta, también parece obligada a reencontrarse con la victoria en un función que debería ayudar a orientar los caminos de uno y otro (Estadio Ramón Sánchez Pizjuán, Marca TV, 21.30 horas).

El Mallorca inaugura en Nervión un nuevo tramo de la temporada. Un recorrido alternativo en su camino hacia la meta. Aunque las coordenadas que sigue el equipo siguen siendo positivas, los careos ante Getafe y Granada y la plaga de lesiones han oxidado levemente esa capa de ilusión que cubría a los baleares tras su espectacular puesta en pie. A la espera de saber cómo le ha sentado ese avituallamiento en forma de parón del pasado fin de semana, los rojillos han renovado el aire del vestuario y la primera presencia en la lista de tipos como Andreu Fontàs y Giovani dos Santos supone un estímulo tan importante como necesario. Sobre todo, porque hoy empieza a empinarse la carretera.

Alternativas y dudas

Lejos de reducirse, la sangría de bajas se ha ampliado esta semana con la sanción sobre Emilio Nsue, pero la entrada de Fontàs y Giovani ha aligerado la carga de problemas de Capa, que cuenta ahora con un buen puñado de alternativas a su manual más clásico. En el caso del mexicano, su puesta a punto continúa y de momento seguirá representando un papel secundario. Pero el catalán está listo para ponerse al servicio del Mallorca a pie de campo. Y es bastante probable que lo haga de inicio, en plena sala de máquinas y al costado de Tomás Pina.

La inclusión del canterano del Barça en la zona ancha permitiría al técnico mantener el esqueleto de la defensa, con Ximo afincado de nuevo en el lateral derecho, Bigas en el costado opuesto y Anderson y Geromel por delante de Aouate. Sin embargo, éste último arrastra molestias y si no supera la última prueba Fontàs se instalaría al lado de Anderson y Pep Lluís Martí volvería al círculo central.

Otro gran interrogante cubre las orillas del centro del campo mallorquinista. ¿Arizmendi o Alfaro?. Caparrós se decantó hace dos semanas por el exsevillista, pero su mal partido podría abrirle por primera vez las puertas del once al madrileño.

En el Sevilla la gran novedad es la vuelta de Diego Perotti, de baja desde la pasada temporada por una sucesión de lesiones. Además, Míchel ha decidido prescindir de una de las bestias negras del Mallorca en la última década: José Antonio Reyes. El utrerano es el segundo futbolista de la Liga actual que más goles ha endosado a la escuadra isleña (ha marcado 6 y sólo le supera Messi, con 8), aunque para actualizar sus números deberá seguir esperando.