El entrenador del RCD Mallorca, Joaquín Caparrós, da instrucciones a sus jugadores durante el partido. | Montserrat T. Diez

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«A partir de ahora, cada punto es oro y cuando no puedes ganar, lo importante es sumar». Joaquín Caparrós se mostró satisfecho con el empate de ayer ante el Granada, un resultado que le permite aumentar su ventaja en relación a las posiciones de peligro –nueve puntos por encima del descenso– y cortar una racha de dos derrotas consecutivas.

El entrenador del Mallorca calificó de «partido trampa y muy peligroso» el duelo de ayer frentre al cuadro andaluz.

«Nosotros hemos puesto todo, pero ahora pesan muchos las piernas, todo el mundo sabe lo que nos estamos jugando, cada partido, cada punto puede ser un mundo, y creo que el equipo ha peleado, pero no ha tenido claridad ni tampoco suerte», indicó el técnico utrerano, que ensalzó las virtudes del cuadro de Abel Resino a domicilio.

«El Granada ha sacado más puntos fuera de casa que en su campo. Mantienen una buena estructura en el terreno de juego, tiene jugadores con mucha velocidad, y en cualquier jugada a balón parado te podían meter algún gol. A nosotros nos ha faltado ese componente de suerte en la última jugada de Víctor, que pudo haber cambiado el signo del encuentro», afirmó.

Caparrós habló de la importancia del tramo final en el que está inmerso el grupo balear.

«A partir de ahora, cada punto es oro. Entramos en una fase complicadilla. Uno siempre quiere conseguir los tres puntos y trabaja para eso, por eso nos hubiese gustado sumarlos ante el Granada, pero no ha podido ser. No obstante, estamos ahí con el gol average y tenemos una diferencia importante en cuanto a goles, que es un factor a tener en cuenta», manifestó.

A la pregunta de si había escuchado los pitos de la afición hacia su equipo en alguna fase del partido, Caparrós respondió: «¿Pitos de la afición?...No sé, tendré que ir al otorrino porque yo no he escuchado nada, o al menos, no lo he interpretado así».

Por su parte, el entrenador del Granada, Abel Resino, también celebró el empate porque «un punto fuera de casa siempre es positivo».

«En dos salidas hemos sumado cuatro puntos (venció 0-1 en Santander) y creo que es para estar contento. Ahora es cuando más se aprieta todo, cuando más difícil es puntuar, porque, lógicamente, todo el mundo quiere salir huyendo de la quema, pero estoy contento», declaró el técnico del Granada.

Abel explicó, asimismo, que la próxima jornada su equipo se enfrenta a un rival «difícil», como es el Athletic de Bilbao. «Debemos seguir dando la cara como lo hemos hecho hasta ahora», ha afirmado.

«Hoy hemos sido prácticos y un equipo serio, pero también nos hemos atrevido. Al final del partido tuvimos una oportunidad o dos, que en otras circunstancia otros equipos pequeños no se atreven a ir para arriba porque quieren protegerse más, pero el Granada, desde que yo estoy, es un equipo ofensivo y hoy hemos intentado ir a por el partido en todo momento, hasta el final», finalizó.