PALMA - ENTRENAMIENTO DEL REAL MALLORCA | Monserrat

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El Mallorca tiene un problema en la defensa. Un agujero. Un punto débil que los rivales ya han localizado y que explotan semana tras semana. La escuadra balear acumula ya siete jornadas consecutivas recibiendo goles, su peor marca de las cuatro últimas temporadas. Esa pésima racha contrasta con la doctrina Caparrós , un técnico que siempre se ha distinguido por construir sus equipos desde la defensa. El primer precepto obligado es mantener la puerta a cero. Pero, actualmente, el grupo se está desangrando por esa zona.

De hecho, la última vez que permaneció tantas semanas sin sellar su puerta, data de la temporada 2008-09. Germán Lux encajó durante 7 jornadas seguidas y aunque cortó esa racha con un empate sin goles en casa ante el Sevilla -recibió desde las jornadas 9º hasta la 15ª- fue la llegada de... Dudú Aouate, el actual inquilino de la meta mallorquinista y el hombre que está recibiendo goles desde que selló su portería ante el Villarreal (4-0, 19 de febrero).

La mala racha comenzó en Anoeta, cuando la Real Sociedad tumbó al Mallorca (1-0). Posteriormente, llegaron sendos empates ante Osasuna (1-1) y Valencia (2-2); los triunfos ante Atlético (2-1) y Sporting (2-3) y ahora las dos derrotas seguidas frente al Barça (0-2) y el Sevilla (3-1). En total, 13 goles en siete partidos consecutivos... Una racha que la caseta quiere cortar de raíz el próximo domingo en Son Moix ante el Granada.

Las causas para esta hemorragia defensiva apunta a varios factores. Por ejemplo, el equipo parece haber perdido seguridad en los laterales. La falta de consistencia de Pablo Cáceres en la izquierda queda en evidencia prácticamente en cada partido y, en ocasiones, Joaquín Caparrós debe reestructurar su esquema para reforzar esa posición.

A la inseguridad del lateral uruguayo se suma ahora el parche del lateral derecho, que está ocupando el central Chico desde la recuperación de José Carlos Nunes. El gaditano reconoció ayer mismo que no es su ubicación ideal, y aunque va de menos a más en su rendimiento, el grupo parece estar acusando ese cambio de posición.

Esta dato trae de cabeza a Joaquín Caparrós, que ha criticado a sus futbolistas por la forma de encajar los goles en el Pizjuán del pasado lunes. «Es para matarnos», señaló el técnico de Utrera, bastante molesto por cómo entraron los tantos de su enemigo.

Con la llegada del entrenador andaluz, a comienzos del pasado mes de octubre, el Mallorca logró asear sus números de goles recibidos. De hecho, durante una porción notable de su etapa, sólo el Barça había sido capaz de derrotarles por más de un gol de diferencia. Y hasta en cinco ocasiones llegó a mantener la portería a cero. Sin embargo, en las últimas jornadas, el equipo se ha descosido por la defensa. Salió goleado de Málaga y de Sevilla.

Además de capturar los tres puntos ante el Granada, el siguiente objetivo pasa por volver a sellar la portería, una de las obsesiones de Joaquín Caparrós.