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El lateral derecho del Mallorca se ha convertido en un foco de problemas, un pequeño agujero negro capaz de devorar nombres y desequilibrar al equipo ante la ausencia de su inquilino principal. La baja de Pau Cendrós (lesionado ante el Betis, sufre una rotura de grado II en el muslo derecho y estará entre cuatro y seis semanas de baja) ha vuelto a dejar al descubierto las limitaciones rojillas en uno de los costados de la defensa.

Sin el canterano a punto y con el resto de la defensa sujeta con pinzas por la sanción de Iván Ramis, la mala planificación del club en ese sentido ha vuelto a quedar al descubierto. Entre otras cosas, porque en el último año y medio la dirección deportiva ha concretado dos incorporaciones para ese puesto, Edson Ramos, Ratinho, y Gianni Zuiverloon, cuya aportación a la entidad ha resultado simbólica. El primero, pese a firmar un contrato de cinco temporadas, emigró en enero de 2011 a Brasil y allí continúa. Pasó unos meses cedido en el Sao Paulo, luego estuvo desaparecido y ahora forma parte de la plantilla del Mogi Mirim, donde jugará a préstamo hasta el 30 de junio. En principio su marcha se había producido para liberar una plaza de extracomunitario que permitiese la inscripción de Aki, aunque al parecer tampoco ha hecho méritos para volver y seguirá buscándolos en su país a la espera de reivindicarse algún día en Son Moix. En sus primeros meses en la Isla dejó algún que otro detalle interesante, casi siempre aislado, pero su juego fue decreciendo con el paso de las semanas.

El caso de Zuiverloon no tiene nada que ver con el de Ratinho, aunque también resulta llamativo. Avalado por la irrupción que había protagonizado en su día en la Eredivisie y por un historial atractivo, el Mallorca abrochó su fichaje a principios de julio aprovechando que unos días antes había finalizado su relación con el West Bromwich Albion británico. El club balear lo ataba para tres temporadas (firmó hasta 2014) y estaba llamado a ser el futbolista titular en el lateral derecho.

Sin embargo, el tiempo también ha jugado en contra de Zui , que parece condenado ahora al ostracismo. Jugador importante al principio bajo la dirección técnica de Laudrup, el relevo en el banquillo le ha congelado. Con Caparrós en primera línea, sus intervenciones han sido mínimas. Fue titular ante el Valencia, apareció en la segunda mitad ante el Barça y volvió a repetir en los últimos minutos a puerta cerrada contra el Granada. El entrenador utrerano le desplazó para apoyarse en sus prestaciones únicamente durante la Copa, pero la eliminatoria ante la Real Sociedad lo precipitó todo. En el descanso del partido de vuelta, los vestuarios del Iberostar Estadi acogieron una agria disputa entre técnico y futbolista que acabó con el holandés en la grada (le sustituyó el canterano Biel Company). Y desde entonces, no ha vuelto a dejarse ver.

Pese a todo, el Mallorca cerró hace unas semanas las puertas del mercado invernal y lo más curioso es que no realizó ningún movimiento al respecto. Zuiverloon corre el riesgo de vivir al margen del equipo hasta junio. Y mientras dure la lesión de Cendrós, Caparrós tendrá que seguir improvisando.