Imagen del partido disputado en Sevilla el pasado mes de septiembre. | Efe

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Entre el fuego institucional que sale de Son Moix y las heladas originadas por la ola de frío siberiano, el balón volverá a rodar esta tarde en Son Moix. Y lo hará para protgonizar un encuentro que, pese a permanecer toda la semana bajo una montaña de escombros, marcará el camino a seguir por el Mallorca en el campeonato. El equipo bermellón, algo tocado tras su eliminación copera y el desliz de Cornellà, necesita calor en forma de puntos. Sobre todo, si el que está delante es un oponente directo en la pugna por mantenerse a flote en la clasificación. Con el termómetro bordeando los cero grados y el Betis enseñando los dientes, se espera un partido caliente dentro de una nevera (Iberostar Estadi, Canal Plus Liga 2, PPV, 18.00 horas).

Problemas

El recorrido que ha tenido que cubrir el Mallorca entre un partido y otro ha estado plagado de accidentes. Más todavía que de costumbre. Desde que el equipo salió de vacío de Cornellà, el alboroto extradeportivo lo ha consumido todo. Primero fueron las cenizas de otro surrealista consejo de administración y luego las desafortunadas palabras de Serra Ferrer acerca de sus amoríos futbolísticos, unidas al posterior comunicado del club. Y entre una cosa y otra, los dardos de Claassen al máximo accionista o el esperpéntico programa de actos que había programado el área social de la entidad para animar el partido, finalmente suspendidos. Sin embargo, la reválida que cruzará los camino del equipo y el Betis no admite nuevos gazapos. Toca ganar. Si no es así, los de Caparrós corren el riesgo de quedar suspendidos junto al precipicio, con todo lo que eso conlleva entre un ambiente como el que se respira en los alrededores de Son Moix.

A ras de hierba, el primer gran obstáculo que debe sortear Caparrós es la baja de Aouate. El portero israelí fue expulsado de forma inexplicable en Barcelona y después de que los servicios jurídicos del Mallorca hayan sido incapaces de que prosperasen alguno de sus recursos, le tocará a Juan Calatayud proteger el marco isleño. Eso ha propiciado, además, un efecto dominó entre los guardametas de las categorías inferiores del club, ya que el entrenador utrerano se ha visto obligado a citar al canterano Yeray para completar el banquillo bermellón durante la tarde. En la lista del preparador, que trabajó ayer por última vez a la misma hora del partido, faltan también Zuiverloon, Joao Victor, Tejera y Martí Crespí, todos ellos por decisión técnica, además del lesionado Kevin García.

La mejor noticia en esa dirección es el regreso a la convocatoria de Fernando Tissone, que se perdió el encuentro ante el Espanyol por acumulación de amonestaciones. El mediocentro argentino, probablemente el jugador más regular de toda la plantilla en lo que va de temporada, se perfila de nuevo como titular en la sala de máquinas y, salvo sorpresa, su compañero en esa parcela debería ser Tomás Pina, que ya cuajó una interesante actuación mientras estuvo en el campo durante la última jornada.

Mientras tanto, Pepe Mel tiene la baja del zaguero zurdo Nacho, ausente por acumulación de tarjetas amarillas. Para suplir esta ausencia el entrenador madrileño ha convocado al canterano Alex Martínez, quien se disputará la plaza con el lateral Chica.