Zurutuza y Aranburu, durante el duelo disputado el pasado sábado en Anoeta ante Club Atlético Osasuna. | Juan Herrera

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El Mallorca se adentra en plena cuesta de enero. En la semana que hoy arranca, la escuadra balear se juega su destino en la Copa del Rey y una porción notable de su inmediato futuro en la Liga con el final de la primera vuelta en el horizonte. Será un doble desafío ante la Real Sociedad (martes, 20.00 horas) y el Real Madrid (sábado, 20.00 horas) en el estadio de Son Moix. Dos citas que pueden marcar el porvenir del conjunto isleño en un arranque de año vital para las aspiraciones isleñas.

Serán dos examenes diametralmente opuestos. Dos formas de afrontar los partidos. En el duelo de mañana, el Mallorca partirá con la obligación de ganar. No solo de eso, sino que deberá marcar al menos dos goles -y no encajar- para forzar la prórroga tras el 2-0 encajado en la ida. En el encuentro del próximo sábado, los preparativos serán todo lo contrario.

El grupo isleño afrontará la entrega ante el Real Madrid con la misión de no perder ante un conjunto blanco que llega embalado (12 victorias en sus 13 últimos partidos) y con la intención de allanar el honorífico título de campeón de invierno tras el inesperado empate azulgrana de ayer en Cornellà, que amplía la distancia entre ambos hasta los 5 puntos...

Si los rivales y las circunstancias son opuestas, también la pizarra de Joaquín Caparrós presentará variaciones. Si el técnico de Utrera mantiene el manual empleado en lo que llevamos del torneo del K.O., mañana volverá a entregarle la responsabilidad a los menos habituales. Salvo que el técnico andaluz modifique su discurso, tipos como Aouate, Pina, Chico, Víctor, Castro o Pereira -inéditos en la Copa- observarán desde la barrera la capacidad de reacción de sus compañeros, que deberán lavar la pésima imagen ofrecida la semana pasada en San Sebastián.

El encuentro de mañana, además, podría suponer el estreno del internacional belga Marvin Ogunjimi con la camiseta mallorquinista, tras perderse los dos últimos partidos por un esguince de tobillo. El delantero se ejercitó ayer con el grupo y es probable que hoy entre en la convocatoria.

Precedentes

Los precedentes coperos no invitan precisamente al optimismo. De hecho, solo en una ocasión ha sido capaz del Mallorca de remontar un 2-0 adverso. Fue hace casi un lustro, cuando el bloque entonces dirigido por Gregorio Manzano le dio la vuelta al marcador ante Osasuna, con un inapelable 4-0 en Son Moix. También en la ronda anterior fue capaz de remontar, aunque la desventaja era de un solo gol. Asimismo, el grupo balear ha sido incapaz en lo que llevamos de temporada de ganar por más de un gol de diferencia...

Enfrente, se encontrará con una Real Sociedad al alza -suma seis jornadas sin perder- que está más enchufada en este torneo, después de una década doblando la rodilla a las primeras de cambio. El hipotético cruce de cuartos ante el Athletic -empató sin goles en Albacete- también estimula a una afición donostiarra con hambre de éxitos. En el Mallorca, en cambio, este torneo se aprecia más como un estorbo que como una ilusión. La apuesta de Caparrós, que de momento lo está fiando todo a los menos habituales, es toda una declaración de intenciones.

Con la Copa archivada, el Mallorca enfocará los cinco sentidos hacia una de las citas más estimulantes del curso. El Real Madrid acude el sábado a Son Moix dieciséis meses después de su última visita -no se desplaza a la Isla desde el 29 de agosto de 2010- con la intención de mantener la velocidad de crucero que le permite divisar la Liga desde la atalaya del liderato. Su racha es notable, con doce triunfos ligueros en sus trece últimos encuentros -solo perdió ante el Barcelona- y a domicilio también presenta unos números de lujo: 22 puntos de 27 posibles. Ha ganado en todas sus salidas con la excepción de Levante (1-0) y Racing (0-0).


Vendaval

El conjunto bermellón intentará frenar el vendaval blanco, un equipo que posee en sus filas al máximo goleador (Cristiano Ronaldo), a los dos mejores asistentes del campeonato (Ozil y Di Maria) y a un jugador (Karim Benzema) en estado de gracia y firmando el mejor arranque anotador de su historia (61 goles).

De cara a ese encuentro, Joaquín Caparrós no podrá contar con Tomás Pina, que cumplirá su segundo ciclo por acumulación de amonestaciones. Ya totaliza diez cartulinas amarillas y es el jugador más amonestado de toda la Liga.

El entrenador sevillano, además de la ausencia del pivote, podría variar su esquema y apostar de salida por un equipo más aguerrido con la intención de amarrar al menos un punto frente al líder. Tampoco los resultados de casa durante la era Caparrós -una victoria en seis partidos de Liga- hacen presagiar una hazaña, en forma de victoria, frente al conjunto blanco.
Echando un vistazo al retrovisor, las últimas visitas del Real Madrid a Son Moix no invitan a pensar precisamente en positivo. De hecho, solo ha sufrido dos derrotas en la última década -2001 y 2006- aunque en su última visita (la única con Mourinho en el banquillo) no pasó del empate sin goles.

El punto obtenido anteayer en el Ciudad de Valencia, ante el Levante, le sirve al Mallorca para mantener las distancias en relación al descenso -tres puntos- y le permite tomar aire de cara a lo que le espera durante este intenso mes de enero.
Y es que, tras esta semana, el grupo balear visitará el Nuevo Estadio de Vallecas -si se clasificada para cuartos, dos partidos más- para cerrar la primera vuelta. El siguiente encuentro le permitirá abrir el candado de la segunda parte del campeonato en Cornellà ante el Espanyol...