Jaume Cladera, presidente del Real Mallorca. | Redacción Digital

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Los acreedores que representan el 51 % de la deuda ordinaria que arrastra el Mallorca y que asciende a unos 30 millones de euros decidirán mañana, martes, el futuro de la entidad balear en la junta que se celebrará en el Juzgado de lo Mercantil 2 de Palma presidida por la magistrada María Encarnación González.

Los perjudicados por el concurso voluntario de acreedores presentado por el Mallorca en mayo de 2010 y que reclaman algo más de 13 millones de euros deben adherirse al convenio, ya que, en caso contrario, el club estaría abocado a su disolución.

Según ha explicado en varias ocasiones el presidente del club balear, Jaume Cladera, la entidad ha alcanzado acuerdos puntuales con la mayoría de los acreedores, por ello esperan acreditar mañana esas adhesiones.

Varios futbolistas que forman parte o han integrado la plantilla forman el núcleo de principales acreedores, excluidos Hacienda y la Seguridad Social, con un total de 5 millones de euros, pero éstos ya se han sumado al convenio, según fuentes del club.

Los afectados por los impagos que reclaman unos 13 millones de euros aceptarán una quita del 50 % y una espera para cobrar de un máximo de cinco años.

Los acreedores ordinarios del Mallorca son futbolistas, clubes, entrenadores, establecimientos hoteleros y pequeñas y medianas empresas, entre ellos la operadora Mediapro, que reclama 5.162.574,73 euros en concepto de adelantos que la empresa ha concedido al Mallorca por la retransmisión de los partidos.

También forman parte del grupo de 300 acreedores, el Athletic Club, que reclama 2.550.000 euros por el impago de parte del traspaso de Aritz Aduriz, ahora delantero del Valencia, en 2008, y también el Nacional Club de Montevideo, con 2.250.000 euros por la compra de Gonzalo 'Chori' Castro en el verano de 2007.