Los jugadores del RCD Mallorca celebran su segundo gol, materializado por el delantero Víctor Casadesús. | Montserrat T. Diez

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Mallorca 2 ? 1 Racing

Mallorca: Aouate; Cendrós, Chico, Ramis, Bigas; Pereira, Martí, Pina (Tissone, min. 76), Castro (Nsue, min. 20); Víctor y Hemed (Álvaro, min. 65)

Racing de Santander: Toño; Francis (Picón, min. 46), Marc Torrejón, Bernardo Espinoza, Domingo Cisma; Manuel Arana, Diop, Adrián González (Colsa, min. 73), Julián Luque; Cristian Stuani (Nahiuelpán, min. 59) y Pedro Munitis.

Goles: 1-0, min. 45: Torrejón en propia puerta; 2-0, min. 57: Víctor Casadesús; 2-1, min. 74: Nahuelpán

Árbitro: Fernández Borbalán (comité andaluz). Expulsó a Pedro Bigas, de Mallorca, con tarjeta roja directa (min. 84). Amonestó a Víctor Casadesús, Stuani, Martí, Pina, Toño

Si el Racing es el peor equipo de Primera División, el Mallorca no está para tirar cohetes. Ni mucho menos. Ante el colista de la Liga, el grupo balear acabó colgado del larguero y pidiendo la hora para encontrar la salida del laberinto y regresar a la senda de la victoria tras dos meses en el atolladero. En este tipo de encuentros terminales, de duelos a vida o muerte, el triunfo es lo más importante. Quizás lo único. Pero jugar con fuego conlleva unos riesgos extraordinarios para un equipo que se complicó la vida en exceso y que pudo alzar los brazos gracias a una intervención milagrosa de Aouate en el último suspiro. El empate hubiera encendido todas las alarmas... (2-1).

El encuentro fue una batalla en las profundidades de la Liga. Dos equipos cogidos con alfileres que rivalizaron en desaciertos. Un cúmulo de despropósitos. En este tipo de partidos, el resultado se decide por la calidad en la definición.

El primer acto fue un tostón absoluto. Un canto al antifútbol. Sobre el campo, el hambre y las ganas de comer. De inicio, con Pereira por Nsue como principal novedad en el once, el Mallorca volcó el campo hacia la izquierda, donde Castro y Bigas dialogaban con criterio. El Chori probó a Toño con un par de disparos. De repente, en un cambio de juego, el uruguayo se rompió. Aunque su sustituto, Nsue, aportó su garra habitual, el equipo isleño echó de menos el peligro de Castro y perdió el norte. Sin saber qué hacer con el balón, estático sin él, con excesiva distancia entre líneas, pases sin sentido... un desastre.

A la media hora, el Racing de Cúper perdonó. Munitis quebró a Bigas, cedió atrás y el centro mordido de Adrián le cayó a Stuani. Solo en las narices de Aouate, cabeceó fuera. La grada respondió con una sonora pitada, la primera de la era Caparrós. Sin merecerlo, tras un centro desde la izquierda de Nsue que rozaron Hemed y Bernardo -el árbitro se lo dio a éste último en propia puerta-, el Mallorca firmó el 1-0 y convirtió los pitos en aplausos. Fue la última acción antes del descanso.

El tanto reforzó a los isleños y noqueó a su enemigo. Con el viento a favor, el grupo balear ofreció su mejor cara durante el primer cuarto de hora del segundo tiempo. Pereira recordó al de su mejor época -aunque sigue pecando de individualista-, Nsue también creaba peligro y Víctor se ofrecía para repartir las cartas por detrás de Hemed.

En la calidad de Pereira nació el 2-0. El francés encaró y metió un centro de lujo que Víctor, entrando desde atrás, remató de primera y con la zurda en área pequeña. 2-0 y partido plácido.

Caparrós metió al canterano Alvaro, que dispuso de una buena ocasión junto a Nsue tras un córner. Al minuto siguiente, el Racing hurgó en la herida isleña a balón parado para recortar. Diop botó una falta y Nahuelpan cabeceó a placer.

La rigurosa expulsión de Bigas a falta de seis minutos encendió la chispa del sufrimiento. El Racing se tiró a la yugular en busca del empate, Toño incluido. En el último suspiro, Aouate metió una mano milagrosa para evitar el empate tras un disparo de Torrejón y entregarle a Joaquín Caparrós su primera victoria como entrenador del Mallorca. Ya era hora...