El entrenador del Real Mallorca, Michael Laudrup. | ultimahora.es

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Michael Laudrup ha dicho 'no' a dirigir a la selección de Dinamarca a partir de 2012. El técnico del Mallorca no cerró la puerta a entrenar a la selección de su país «en un futuro», pero sí negó que a corto plazo su objetivo sea el acceder al puesto de seleccionador nacional. Laudrup explicó que por su cabeza tiene «otros planes» a nivel profesional y a partir de 2012, sin llegar a precisar en qué consisten esos «planes».

Tanto la Federación de Fútbol de Dinamarca, como también el grueso mayoritario de aficionados de ese país, habían puesto toda su esperanza en que Michael Laudrup fuera el próximo seleccionador nacional absoluto, esperanza que se vio aumentada cuando hace dos semanas el entrenador realizó esa rueda de prensa incendiaria en la que no descartaba dimitir de su cargo. Tras esas declaraciones, en Dinamarca se interpretó que las horas de Laudrup en la Isla estaban contadas y eso aumentó la esperanza en su país de que pudiera digirir al equipo nacional. Ante esta corriente de optimismo que apuntaba a Laudrup como nuevo seleccionador, el técnico salió públicamente para manifestar que no aceptaba entrenar a Dinamarca en 2012 en sustitución de Morten Olsen. Su interés profesional está centrado en dirigir a clubes de fútbol y no a selecciones, al menos por el momento y si bien termina contrato en el Mallorca en junio del próximo año, todo indica que su futuro está hoy por hoy muy lejos de la Isla.

Tras el enfrentamiento abierto que mantiene con el vicepresidente Serra Ferrer, la continuidad del técnico no esta asegurada ni con vistas a esta misma temporada. Si el equipo encadena una racha de malos resultados, Serra Ferrer tendrá la excusa perfecta para cortar de raíz con Laudrup, con el que mantiene un distanciamiento absoluto y en estos momentos la relación entre el entrenador y el máximo accionista es cero. Ayer el entrenador fue interrogado por esta situación y por si un seguido de malos resultados, podría resultar fatal para él. «Una cosa es lo deportivo y otra la situación de las relaciones. Nada tiene por qué influir en el equipo, debemos pensar en lo nuestro y lo que pase a partir de ahí no entra en mi parcela», explicó el entrenador del Mallorca.