El delantero centro paraguayo Roque Santa Cruz (2i), que debuta hoy en la Liga como jugador del Real Betis, pelea en el área con el mediocentro del Mallorca, Tomás Pina (2d). | Efe

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Betis Betis 1

R.C.D. Mallorca Mallorca 0

Primera División | Jornada 3 | 11/09/2011 12:00 | Final

Betis 1 ? 0 Mallorca


Real Betis
: Casto, Chica, Dorado, Amaya, Nacho; Iriney, Beñat, Salva Sevilla (Vadillo, m.69) Jefferson Montero (Jonathan Pereira, m.59), Jorge Molina (Santa Cruz, m.74) y Rubén Castro.

Real Mallorca: Aoute, Zuiverloon, Chico, Ramis, Pina; Víctor, Cáceres, Tejero (Kevin Garcia, m.66) , Temer Hemed (Chori Castro, m. 59); Nsue y Alfaro (Tissone, m.85)

Gol: 1-0. m.84, Rubén castro.

Àrbitro: Carlos del Cerro Grande (c.madrileño). Mostró tarjeta a Amaya (m.11 ), Cáceres (m.32), Víctor (m.44), Salva Sevilla (m.54), Pina (m.79), y Chico (m.81).

El discurso de Michael Laudrup coge fuerza con la misma velocidad que el Mallorca pierde puntos. El grupo balear paseó por el Villamarín la alarmante falta de gol que denuncia el técnico danés desde hace meses y acabó muriendo en la orilla. Hace dos semanas, el añorado De Guzman empaquetó el triunfo en el estreno con un gol de fortuna. Ayer, mientras su sustituto (Tissone) vivía sus primeros segundos como bermellón -el cambio se realizó antes del córner previo al gol-, Rubén Castro conectaba un directo que enviaba al equipo isleño a la lona.

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Era el minuto 86 y ya sólo quedaba tiempo para lamentar las ocasiones clarísimas arrojadas a la basura. Más allá de la derrota, el poso del partido deja síntomas preocupantes. A la ausencia de gol, se suma una alarmante falta de talento en un grupo que ha perdido masa muscular y creativa durante el verano. (1-0)

Casualidades o guiños del destino al margen, el Mallorca cayó víctima de sus propios errores. De su carencia en la distribución del balón. De su falta de creación. Y, sobre todo, de la ausencia de veneno en ataque. Los guantes de Aouate ocultaron las grietas durante una porción notable del duelo. Sus paradas sujetaban el marcador mientras sus compañeros de ataque malgastaban ocasiones.

Aunque la derrota llegó cuando el Mallorca ya celebraba el empate, el tanto postrero de Rubén Castro hizo justicia para un Betis que propuso más. Con un estilo alegre y desenfadado, justito de creatividad pero con las ideas claras, acorraló a los isleños en numerosas fases de un encuentro de ida y vuelta.

El Betis arrancó con brío ante un rival que se resguardaba. Mel tumbó el campo al lado de Jefferson, que se cansó de encarar a Zuiverloon. Tras esa embestida, el Mallorca se soltó el pelo. Paradójicamente, el grupo de Mel manejaba el partido, pero las ocasiones más claras llevaban la firma foránea. Al cuarto de hora, Zuiverloon asistió a Alfaro, que se incrustó en el área, pero se asustó ante Casto y cruzó desviado. Al sevillano parece pesarle la expectación que generó su fichaje y no anda fino. De inmediato, en otra contra de manual, Hemed se plantó solo ante el meta local, pero le tiró al cuerpo con Nsue, a la derecha, desesperándose. Otra bala despediciada.

El duelo se movía a impulsos. Cinco minutos locos se alternaban con cinco minutos de calma. Los verdiblancos pudieron adelantarse con el descanso en el horizonte. Fue en una jugada de chiste. Rubén Castro crujió a Ramis y le pegó al poste. El rechace le cayó a Jorge Molina, que remató al larguero con la cabeza primero y con el pie después... Tres palos en la misma acción. Increíble. La campana del descanso salvó a un Mallorca grogui.

En el segundo acto, el Betis se tiró a la yugular. Pese a ello, el conjunto isleño volvió a coquetear con el gol. Nsue recibió un balón, miró a Casto, pero le pegó al lateral de la red.

Los verdiblancos acentuaron su acoso con Jonathan Pereira y Santa Cruz en el campo y Aouate se encargaba de apagar todos los incendios de su área. El paraguayo rozó el gol con un cabezazo. De repente, con el Betis preparado para botar un córner, Laudrup retiró a un apagado Alfaro para sellar el debut de Fernando Tissone. No pudo salir peor. Pereira botó de esquina, Dudú midió mal en su salida y Nsue peinó en el primer palo. Su despeje le cayó a Rubén Castro, solo en el segundo, que empujó el balón a la red. Ya lo dijo Laudrup...