Los jugadores del Mallorca durante un entreno en Son Bibiloni. | RCD Mallorca

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Con una semana de retraso y muy pendiente aún del flujo del mercado, el Mallorca descorcha una nueva temporada en Son Moix. El equipo de Laudrup, que la última vez que pisó su base de operaciones para representar una función oficial abandonó el tapete temblando, regresa a la acción con el propósito de enterrar aquella angustia para empezar a coger carrerilla. Los bermellones, que todavía están pendientes de echarle el candado al vestuario, le abren los brazos al torneo recibiendo a un Espanyol traumatizado por la salida de Osvaldo (Iberostar Estadi, Canal + Liga 2, 18.00 horas).

El Mallorca va a quitarle el envoltorio a la Liga en un momento delicado. Entre otras cosas, porque tanto la puerta de entrada como la de salida siguen estando abiertas. Y eso, a falta de sólo unos días para que se clausure el bazar veraniego, no suele ser una buena señal. En cualquier caso, Laudrup se ha esforzado en apagar todos los incendios que hay junto a la caseta hasta que se acabe el partido para que nada ensucie su puesta de largo o altere los planes previstos.

Llega a la línea de salida el conjunto balear con el rostro cambiado y muy pocos kilómetros de rodaje a las espaldas. Como ha lamentado el propio técnico, el grupo isleño sólo ha disputado un partido en casi un mes, por lo que apenas ha habido ocasión de seguir experimentando sobre la base que el grupo fue adquiriendo durante el stage de Holanda. Además, en ese tiempo el Mallorca ha sufrido bajas importantes y tendrá que meterse en el barro sin comprobar la fiabilidad de ciertas permutas.

La escuadra rojinegra rebasa el umbral del campeonato con los argumentos justos en algunas posiciones fundamentales. Para empezar, ha perdido a José Carlos Nunes y tendrá que acostumbrarse a vivir sin él un par de meses. El portugúes, que además de ejercer como capitán es el gran líder del sistema de contención, verá el debut de sus compañeros desde la tribuna después de lastimarse la rodilla en el Ciutat de Palma y le cederá su asiento a una de las nuevas incorporaciones, José Manuel Flores Chico, que compartirá protagonismo en el eje con Iván Ramis. De todas formas, será el pobler, cuyo futuro también había permanecido entre interrogantes durante los últimos tiempos, quien asuma los galones en los alrededores del área de Aouate. Sobre todo, porque en los flancos también se instalarán otros dos refuerzos que ni siquiera cuentan con una sola referencia en el fútbol español. Por un lado, el derecho, Gianni Zuiverloon. Y por el otro, el izquierdo, Pablo Cáceres. El holandés y el uruguayo han ido combinando luces y sombras durante la pretemporada y se someterán esta tarde a su primer examen serio como mallorquinistas.

En el centro del campo apenas se divisan novedades. Laudrup parece decidido a calcar el boceto que trazó ante el Nápoles, en el que Martí y De Guzman dirigirían el tráfico con la ayuda por las orillas de Tejera y Emilio Nsue, que podrían ir intercambiando sus plazas durante el combate. En el caso del centrocampista de origen canadiense, se enfrenta a un reto mayúsculo a nivel personal. Seguramente el mayor de los que ha tenido que superar desde que viste de rojo. Esperó a que se consumiera el Ciutat de Palma para anunciar vía Twitter que le gustaría jugar en el Villarreal y el gesto dolió de forma especial entre la afición de Son Moix, que en ningún caso quiere verle esparcir su clase por EL Madrigal. Laudrup asegura que está en condiciones de actuar y confía en que la grada le conceda una nueva oportunidad, aunque entiende que su gesto pueda tener consecuencias.

A partir de la zona ancha, el Mallorca se lanza a la arena con casi todo lo que tiene. La escuadra rojilla, que ha acusado una falta de gol importante durante todo el verano, sigue sin contar con ese delantero de referencia que ha reclamado el entrenador y también ahí tendrá que apoyarse en el modelo que aplicó en el último ensayo. Así, Alejandro Alfaro se moverá entre líneas y Tomer Hemed estrenará sus estadísticas en el fútbol español desde la posición de nueve. Víctor Casadesús, que ya se quedó sin minutos en la presentación del equipo, permanecerá en la récamara. En ese sentido, conviene recordar que, al margen del mencionado Nunes, Laudrup tampoco podrá contar con los lesionados Calatayud y Pereira ni con Joao Victor y Aki, ambos descartados por decisión técnica. La gran novedad, en cambio, es la inclusión por primera vez en la lista del guardameta Yeray Gómez. El canterano se perdió el stage holandés por lesión, pero recibe ahora la recompensa a su esfuerzo.

Problemas

En cuanto al Espanyol, abre el curso tras un verano convulso en el que ha perdido a su atacante estrella, Pablo Daniel Osvaldo, además de no haber podido reforzar la medular con un centrocampista organizador y otro para la banda izquierda. Mauricio Pochettino deberá componer un once en el que las principales incógnitas se encuentran en los extremos del campo. En la meta, Cristian Àlvarez se perfila como titular en detrimento de Carlos Kameni, hasta ahora intocable. Y en la parcela ofensiva, el técnico tiene varias alternativas. Àlvaro Vázquez y Sergio García pueden jugar en punta, además del canterano Thievy Bifouma, delantero francés que ha sorprendido con varios goles en la recta final de la pretemporada.