El Villarreal ha vuelto a jugar sucio con el Mallorca lanzándose a por el jugador antes de hablar con el club.

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El nuevo serial del Mallorca protagonizado por Jonathan de Guzman vivió ayer un capítulo doble, una entrega más en un culebrón que empieza a ser largo y que no está exento de sobresaltos. El futbolista se reunió ayer con Serra Ferrer para conocer en voz del vicepresidente cuál era el posicionamiento del club balear respecto a la oferta que le ha hecho llegar el Villarreal y también ayer a última hora de la tarde manifestó que su deseo es que ambos clubes negocien y que se pueda hacer efectivo su fichaje por el conjunto amarillo.

En declaraciones a IB3 TV, el jugador aseguró que en estos momentos la situación está «en un 50% de posibilidades de que me quede y otro 50% de opciones de que me marche», comentó. El centrocampista añadió que ahora «todo depende de lo que hablen los clubes».

Conciencia

El vicepresidente deportivo le explicó que la intención del Mallorca no es venderle y que en estos momentos cualquier negociación con el equipo de Castellón es inviable. El futbolista se limitó a escuchar las palabras de Serra y tomó conciencia que desde Son Moix no se le facilitará la salida y ante esta situación, será difícil que el club de Castellón pueda llegar a pagar los doce millones de euros que figuran en la cláusula de rescisión del futbolista.

Precisamente De Guzman, con estas declaraciones, trata de forzar la situación y de hacer ver al Mallorca que no cierre la puerta a una posible salida a un club que juega en Europa y que para él significaría «una gran oportunidad». «El Villarreal es una gran oportunidad para mí, un club con gran nombre y si ambos clubes negocian y llegan a un acuerdo saldré. Ahora bien -añadió- por lo que sé ahora, me quedo», dijo en referencia a que Serra le había manifestado que no le facilitarán su salida al Villarreal.

El mallorquinista definió el fútbol como «un gran negocio y yo un producto» para hacer ver que su salida es prácticamente inevitable y que sólo está a expensas de que los dos clubes entablen negociaciones para finiquitar el traspaso del futbolista. «La operación se hará si llega una buena oferta para el club y para mí. Sé que los aficionados están enfadados con el Villarreal, la situación es difícil, pero como he dicho, esto es un deporte y también un negocio», comentó.

Curiosamente por la mañana, tras salir de la reunión con Serra, De Guzman había manifestado prácticamente lo contrario, pero tampoco dejaba clara su continuidad ya que explicaba que «este año estoy en el Mallorca, de momento». Por la tarde decidió cambiar de estrategia y pasó al ataque con la intención de forzar una negociación y que el Mallorca rebaje sus pretensiones y sitúe su precio de salida muy por debajo de los doce millones de euros.

Esta es la situación en estos momentos y pese a que el Mallorca ha ofrecido la renovación al futbolista, la oferta del Villarreal es demasiado tentadora como para dejar escapar esta oportunidad. El jugador está empezando ya a pensar más en 'amarillo' que en 'rojo'.