Germán Lux y Tomeu Nadal, en primer plano, entrenando ayer en Son Bibiloni. El portero argentino será titular el próximo domingo ante el Villarreal.

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Si algún aficionado esperaba que la plantilla del Mallorca se tomara el partido del domingo tan a pecho como ellos, mejor que espere cómodo y sentado porque puede tardar en llegar una declaración contundente reconociendo que el choque ante el Villarreal debe servir para saldar una cuenta pendiente. Eso también ocurre en fútbol. El domingo fue Iván Ramis quien aseguró que «al Villarreal no le tenemos ganas, es un partido más y tenemos que ganar». El lunes compareció Pereira, que por no saber no sabía ni el día en que se jugaba el partido. Es de esperar que alguien le haya dicho que se juega el partido el domingo y a las doce del mediodía. Ayer, para dar continuidad a esta corriente de total pasividad, compareció Germán Lux para decir que no existe ánimo de revancha ni nada por el estilo. «Yo te hablo de mí para mí no, para mí pasó [la denuncia que acabó con el Mallorca fuera de Europa], no me dan ganas ni de volver para atrás ni hablar del tema porque no solucionamos nada. Lo que pasó ya está y nosotros pensamos junto al cuerpo técnico en ganar el partido y asegurar la permanencia». Estamos centrados en nuestro trabajo y no pensaremos en lo que pueda pasar fuera. ¿Qué ganamos recordando lo que pasó? Venganza, ¿por qué? Salimos todos los partidos a ganar. Hay que ganar el domingo para cumplir el objetivo del club y de la permanencia», prosiguió el guardameta. La afición esperaba algo más de sus futbolistas en un partido que, junto al del Sevilla, está marcado en rojo desde que se conoció el calendario de Liga. La plantilla, que parece haber desconectado desde hace varias jornadas, sigue más o menos ausente, a la espera de sumar una victoria que permita a todos los socios respirar tranquilos. Parece que si Laudrup no califica el partido de «clave», sus jugadores bajan la tensión y protagonizan un partido soso e insulso como el que jugaron en Santander. Ahí es donde radica también el temor de la hinchada. Si el equipo no entra enchufado al máximo, ¿qué puede suceder ante un buen conjunto como el Villarreal? Hay motivos para consolarse porque si bien la plantilla jugará el domingo contra el 'submarino amarillo' como si fuera ante el Sporting, al menos la intención de inicio es certificar la permanencia después de que los propios futbolistas se hayan metido en líos de forma inexplicable. «Para mí no es un partido decisivo, lo sería si es el último encuentro de Liga y necestiariamos sacar uno o tres puntos o no sé cuántos (¿?). Es vital para asegurar la permanencia, para estar tranquilos y disfrutar de aquí al final, por eso es vital», comentó.