El entrenador jienense Gregorio Manzano da instrucciones durante un reciente partido. | Efe

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Ya hay fecha para que Gregorio Manzano Ballesteros regrese a la Isla para sentarse en un banquillo... y no precisamente en el de Son Moix. El técnico jienense, que inicialmente había sido citado para declarar el martes día 29 del presente mes, deberá presentarse en el Juzgado Mercantil número 2 de Palma el próximo 10 de mayo. La jueza María Encarnación González aceptó la petición de la entidad balear y de la propia administración concursal para celebrar una sola vista oral para las dos demandas interpuestas contra su exentrendor.

Manzano, que antes de esa cita con la justicia visitará la Isla con su equipo para medirse al Mallorca el próximo 10 de abril -si no hay huelga en la próxima jornada-, deberá afrontar justo un mes después, una vista oral con dos demandas. Primera, la de reintegración interpuesta por la administración concursal del Mallorca, quien le reclama la devolución de 250.000 euros.

La segunda demanda a la que se enfrenta el preparador de Bailén es de impugnación del crédito, presentada en este caso por el club balear. Manzano ha citado como testigos de la defensa a su representante, Manolo García Quilón, y al actual presidente del Comité nacional de entrenadores, Eduardo Caturla. Entre los testigos citados por el club figura Antonio Martí Asensio y el propio Gregorio Manzano.

Después de comprobar que el actual entrenador del Sevilla CF había cobrado dos veces por un mismo concepto -primas por objetivos en la temporada 08/09- cuando su contrato especificaba que solo podía percibir una de esas gratificaciones, los abogados del Mallorca decidieron demandar también a Manzano.

Según el informe inicial de acreedores, Manzano tenía reconocida una deuda de 1.832.927 euros brutos. Al tratarse de un crédito salarial sujeto a una retención del 43 por ciento, opr lo qeu el Mallorca sólo tenía que abonar 1.044.768,44 € (el resto debía pagarlo el club a la Agencia Tributaria). Sin embargo, si a esas cantidades brutas se le descuentan los 250.000 euros que el técnico no debió cobrar tal y como se estipulaba en su contrato, el importe neto también resulta notablemente inferior.

Al final de la temporada 2008/99, Manzano se aseguró el cobro de una prima de 300.000 euros por clasificar al equipo rojillo en la novena posición del torneo, una cantidad a la que añadió después otra similar, también en concepto de primas, por alcanzar la permanencia. Todo ello cuando las dos gratificaciones resultaban excluyentes.