Los jugadores del Barcelona celebran el primer gol conseguido por Messi. | Reuters

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Mallorca 0 - 3 F.C. Barcelona


Mallorca: Aouate; Cendrós, Rubén, Nunes, Ayoze; Nsue, Martí, De Guzmán (Tejera, min. 71), Joao Víctor (Pereira, min. 60), Castro (Aki, min. 68); Webó.

F.C. Barcelona: Pinto; Adriano (Montoya, min. 85), Piqué, Abidal, Maxwell; Keita, Busquets, Iniesta; Messi, Villa (Bojan, min. 70), Pedro (Afellay, min. 70)

Goles: 0-1. min. 38: Messi cabecea el balón por encima de Aouate tras un magnífico pase de Keita; 0-2. min. 56: Villa, rozando el fuera de juego, rompe la defensa en línea del Mallorca, regatea al portero y marca a puerta vacía; 0-3. min. 65: Pedro clava el balón en el ángulo opuesto al que se encontraba Aouate.

Àrbitro: Velasco Carballo (comité madrileño). Amonestó a Martí.

La versión más light del Barça fue suficiente para asaltar Son Moix. Al Mallorca le sobró prudencia y le faltó casi todo (ganas, ilusión, fe, coraje, actitud...) ante un enemigo que no necesitó pisar el acelerador para imponer su ley. Al tran tran, a cámara lenta, el grupo de Guardiola apalizó a un rival encogido que le puso una alfombra en su camino hacia el triunfo. El equipo catalán fue menos de lo que acostumbra, pero aún así le bastó para atrapar una victoria estratégica en su camino por reeditar el título. El Mallorca lo intentó con lo que tiene en la primera parte, pero se derrumbó con el primer empujón de Leo Messi en la antesala del descanso y se puso a mirar la exhibición azulgrana en el segundo acto (0-3).

El Mallorca abrió la cita con una apuesta por el físico. Laudrup retiró de su pizarra a Kevin y Pereira para incrustar a Ayoze y Castro. El Barça, obligado por las ausencias de Valdés, Alves, Puyol y Xavi, tiró de su banquillo para completar el once con tipos como Pinto, Adriano o Keita. El partido nació a fuego lento. Laudrup montó la primera línea de presión muy arriba, en las narices de Pinto, para retroceder hasta el repliegue cuando su rival superaba esa barrera inicial. Pese a todo, los primeros sustos llevaron la firma de Webó. Primero con un chut inocente que detuvo Pinto. Y al cuarto de hora con un cabezazo a la salida de un córner que se fue por encima del larguero.

Las llegadas iniciales activaron la maquinaria azulgrana, que poco a poco fue amasando el balón. Iniesta, con el traje de Xavi, comenzó a repartir las cartas bien acompañado por Keita, Sin prisas. Con paciencia. Entregarle al Barça campo y balón es una temeridad que suele pagarse con la derrota. Tarde o temprano. Juega con la superioridad del que sabe que va a ganar. El Mallorca se replegaba. Intentaba cubrir todos los huecos, pero cuando lograba recuperar el esférico se lo entregaba rápidamente a su adversario. Y vuelta a empezar. A defender.

Durante el segundo tramo del primer acto, Leo Messi comenzó a pedir cita. A monopolizar todos los focos. Los cambios de ritmo del '10' provocaron más de un descosido en la zaga local, aunque Rubén apagó un par de incendios en el balcón de Aouate. A la media hora, un balón recuperado por Villa, acabó con una pared entre Iniesta y Messi que éste envió a las nubes ante las narices de Dudú. Era el primer aviso serio del Barça.

Del Mallorca, al margen de esas primeras acciones de Webó, un islote entre Piqué y Abidal, apenas hubo noticias en terreno enemigo. Apenas un disparo lejano de Ayoze, un par de córners que Pinto despejó de puños y un remate inocente de De Guzman, tras un buen servicio de Martí. Apenas unas migajas ante el líder.

El Barça subió un grado más su cocción. Adriano se fue de Ayoze dentro del área, se coló hasta la cocina, pero su centro chut no encontró remate. Con el Mallorca afixiado en su trinchera, Messi se frotó las manos. Keita se inventó un pase picado que desarboló a toda la muralla defensiva, Leo arrancó en línea con Rubén, controló con la testa, después de que el balón botara en el suelo, y, sin dejarla caer, cabeceó de nuevo ante la media salida de Aouate (min. 38). Ese gol cambió todo el escenario de la noche. El Mallorca se desvaneció. Antes del intermedio, el argentino dispuso de otra ocasión, pero su pase atrás acabó en nada.

Ni siquiera el descanso le sirvió al Mallorca para refrescas sus ideas. Más bien todo lo contrario. Los de Laudrup salieron igual de dormidos. Mirando cómo Messi, Iniesta, Villa y compañía se pasaban la pelota. El Barça se movía a base de impulsos ante la escasa exigencia que le ofrecía su oponente. El 0-2 acabó con todo. Busquets, con todos los mallorquinistas mirando, dibujó un pase desde su terreno a la espalda de toda la zaga isleña. Villa arrancó en línea con Cendrós, dribló a Aouate y definió con la zurda (min. 56). Quedaba más de media hora y el grupo catalán se limitó a jugar un rondo. La sentencia llegó por medio de Pedro, que arrancando como falso extremo izquierda, trazó una acción que acabó con un derechazo a la escuadra de Aouate (min. 65). Guardiola comenzó a economizar esfuerzos -retiró a Pedro y Villa- y Laudrup le dio a Akihiro Ienaga la posibilidad de estrenarse en Palma. El japonés, al menos, aportó ciertas ganas en una noche que Messi se había encargado de cerrar una hora antes.