El entrenador del Mallorca, Michael Laudrup, durante un entrenamiento en Son Bibiloni, junto a los internacionales Aouate y Webó. | Monserrat

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En plena revisión de su cuaderno de ruta, Michael Laudrup ha decidido dedicarle una atención especial a su compromiso más cercano. Básicamente, porque entiende el danés que se trata de una de esas citas capaces de definir la dinámica de todo un grupo. El preparador bermellón, consciente de que el Mallorca se adentra en el tramo más exigente del curso, ha señalado con un círculo rojo el desembarco de su equipo en Anoeta al considerar que ahí se esconde la dosis de tranquilidad necesaria para ascender las rampas que encontrará su equipo a la vuelta de la esquina. «No es una final, pero casi», avisa el escandinavo.

Según el técnico mallorquinista, que califica su careo ante la Real Sociedad como un «partido muy, muy importante», lo que ocurra en San Sebastián condicionará la actitud del vestuario en sus citas posteriores, en las que se cruzarán ante Barcelona, Espanyol y Valencia. «No es una final porque ésta sería definitiva, pero sí tiene mucha importancia por varias razones. No tanta como el encuentro del Athletic, sobre todo a corto plazo, pero prácticamente está al mismo nivel. En el caso de ganar aumentaríamos la distancia con los de abajo y debemos tener en cuenta lo que nos viene después en apenas siete días. Puntuar contra la Real nos daría una gran tranquilidad en ese sentido», argumenta.

Dificultades

Laudrup, no obstante, también conoce bien al conjunto realista y sabe que le va costar mucho trabajo facturar algún punto en el equipaje de vuelta. «Lo afrontamos como un partido importante fuera de casa, ante un rival que es un poco la sorpresa de la temporada. El primer año después de un ascenso es muy complicado, pero la Real no ha acusado el cambio y está haciendo una temporada muy, muy buena», explicaba el preparador. «Tiene una gran segunda línea, como la mayoría de los equipos porque el nivel de la liga es muy alto. Aunque debemos tener confianza. A nosotros nos crean problemas los futbolistas entre líneas y dtenemos que estar muy atentos a eso», añadía el técnico.

Laudrup también reforzó su discurso apuntando que al Mallorca le espera un enfrentamiento muy similar a los que ha representado en las últimas semanas. «Son tres partidos seguidos contra conjuntos del norte, que tienen cosas en común y que nunca dan el partido por perdido. Sabemos lo que nos espera porque lo hemos vivido las dos últimas jornadas, pero con confianza las cosas nos han salido bastante bien. La Real nunca da nada por perdido y aunque su partido ante Osasuna no fue muy brillante técnicamente, venció con un gol de Tamudo. Es un equipo que ha ganado muchos partidos por 1-0 en casa, por lo que el primer gol va a ser fundamental para el desarrollo del encuentro», insistía.

El entrenador del Mallorca lamentó además la baja de Iván Ramis porque «da agresividad en defensa cuando está al lado de Nunes y ayuda a los dos jóvenes de los laterales. Pero tenemos que hablar de los que están y tengo plena confianza, tanto en Rubén como en Martí Crespí», concluía.