El solleric Tuni posa para este periódico en su localidad natal. | S. Amengual

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Un pedazo de la historia del Mallorca cerró ayer la puerta del vestuario. Antoni Lluís Adrover Colom, Tuni (Sóller, 1982), el último superviviente de aquel equipo de ensueño que conquistó la Copa del Rey en el verano de 2003, se despidió para siempre. Tuni deja atrás una década de altibajos. De la continuidad que vivió con Héctor Cúper al ostracismo de su epílogo, a un año prácticamente en blanco por las lesiones, que le han empujado a aceptar una cesión al Nàstic de Tarragona que echa el lazo a 120 partidos oficiales (106 de Liga) y 4 goles en rojo y negro. Finaliza contrato el próximo 30 de junio y su destino, más allá de esa fecha, es una incógnita.

Corría diciembre de 2002 cuando Gregorio Manzano se fijó en un habilidoso atacante que el año anterior había liderado ofensivamente al Ferriolense de Darder y paseaba su clase por Tercera. El técnico de Bailén le dio la alternativa ante el Real Madrid de los Figo, Raúl, Zidane y Ronaldo, en Son Moix. El solleric, que sustituyó a Etoo en el minuto 78, se vació a pesar de que el marcador reflejaba una desigualdad brutal (1-5). Unos meses más tarde, se permitió el placer de bajar la persiana del curso 02-03 con un gol ante el Málaga (1-0).

«Mi mejor recuerdo es aquella campaña que nos salvamos en la última jornada, con Cúper en el banquillo, cuando todo el mundo nos daba por descendidos. Lo peor, sin duda estar parado este último año por culpa de las lesiones», recordó el futbolista solleric a este periódico.

Después de su irrupción entre la nobleza, Tuni aceptó una cesión al Salamanca que le permitió madurar y coger experiencia.

A su regreso, Floro experimentó con él como lateral izquierdo. El cese del técnico y su posterior relevo por Héctor Raúl Cúper, cambió el rol de Tuni, que encadenó su mejor racha de continuidad.

La dimisión del argentino -hace meses quiso ficharle para el Aris- y el regreso de Manzano le volvió a cerrar las puertas del equipo, aunque curiosamente cada año arrancaba como titular. Una cesión al Hércules y una serie de lesiones se convirtieron en el principio del fin. «Me hubiera gustado tener este año una oportunidad que otros compañeros sí han tenido. ¿Laudrup? Habló conmigo un par de veces al principio, pero ahora hace meses que no hablábamos».

Tuni, el sexto futbolista mallorquín de la historia en superar los 100 partidos con el equipo isleño en Primera (tras Nadal, Marcos, Chichi Soler, Víctor y Ramis) inicia hoy otra etapa. «Todavía me quedan un par de años y quiero recuperar la sensación de volver a competir».