Llorenç serra Ferrer y Michael Laudrup pasean por el Iberostar Estadi. | Monserrat

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El accionariado del Real Mallorca puede recuperar la figura del accionista mayoritario si finalmente Serra Ferrer amplía su paquete y acumula más del 50 % de los títulos de la SAD Balear. Si adopta forma esta posibilidad, el actual vicepresidente acentuará su posición de nuevo propietario y será el que controle totalmente los destinos del club.

Inicialmente Llorenç no descarta la posibilidad de encontrar otro accionista, pero si esto no sucede, a final de año el pobler será el máximo accionista con más del 50% de los títulos, mientras que tendrán paquetes del 10% la familia Nadal, Jaume Cladera, Pere Terrasa y Utz Claasen. Biel Cerdà se quedará con un cinco; Miquel Coca con un 2,5 y Javier Cabotà con un 1,2. Con este reparto está claro que el peso de la gestión del club recaerá sobre la figura de Serra, que sin embargo se ha rodeado de personas de su máxima confianza para administrar el Mallorca del futuro.

La adquisición por parte de Jaume Cladera y Pere Terrasa de un paquete del diez por ciento de las acciones del club cada uno de ellos permite a Serra edificar un órgano de dirección basado en dos pilares fundamentales como son Cladera y Terrasa.

Esta pirámide controlará algo más del setenta por ciento de la sociedad y eso significará que sea imposible adoptar cualquier decisión de calado sin su consentimiento.

La hoja de ruta de Serra desde que formalizara su entrada en el Real Mallorca ha sido la de sentar las bases de lo que tiene que ser el nuevo proyecto deportivo, social, económico y administrativo y lo está haciendo todo en un tiempo récord y con el club intervenido por los administradores concursales.

A nivel deportivo el vicepresidente a confeccionado un equipo basado en la veteranía y la juventud, ha dado confianza a la base y estructurado Son Bibiloni a su imagen y semejanza. Paralelamente ha tratado de que el club recupere su posición en la sociedad y económicamente ha reducido el presupuesto y ha marcado una línea de austeridad. El trabajo se ha iniciado en todas estas áreas y ahora la intención de Llorenç es cerrar definitivamente el capítulo del accionariado con la llegada de un nuevo inversor o, en su caso, adquiriendo él el 18% que quedará libre cuando se haya finiquitado la operación de compra de las acciones de Mateu Alemany.