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Con un puñado de jóvenes y el cinturón apretado por exigencias del guión, el Mallorca sigue fiel a la tradición de habitar en las plantas altas de la Liga. A falta todavía de un encuentro para completar el primer tercio del campeonato (lo hará el próximo domingo en Son Moix ante el Málaga) y después de haber desfilado frente a casi todos los grandes, el conjunto de Michael Laudrup cuenta ya con casi el cincuenta por ciento del botín que garantiza la permanencia y su expediente refleja unas cifras sorprendentes. De momento, transporta 18 puntos en la mochila, una cantidad que sólo ha superado en cinco de las trece últimas temporadas (1997-98, 1998-99, 2000-01, 2002-03 y 2009-2010). Y en todas ellas, a excepción de una (2002-03), le dijo adiós al ejercicio empotrado entre las cinco primeras posiciones de la clasificación.

Calendario exigente

Tras numerosos meses de tormenta y un accidentado cambio de manos, el Mallorca ha vuelto a dejar boquiabierto al fútbol español con un amanecer inesperado. De hecho, es el segundo más importante de las últimas ocho campañas, superado tan solo por el de la temporada anterior. Hace un año, con Manzano portando la batuta, el equipo únicamente tenía tres puntos más y su calendario no había sido tan exigente, aunque había hecho de Son Moix su particular fortaleza conectando seis victorias en ristra frente a Xerez, Tenerife, Valladolid, Getafe, Racing y Almería. Sin embargo, en ese plazo había sido incapaz de amarrar un solo triunfo a domicilio a pesar de haber empatado en feudos tan complicados como El Madrigal, el Vicente Calderón o Mestalla.

Sea como sea, el despegue de este año resulta especial. Hace unos meses se desprendió el equipo de varios de efectivos de peso (Aduriz, Borja Valero, Mario Suárez, Mattioni...) y rellenó los huecos con Cavenaghi, De Guzman, dos brasileños prácticamente desconocidos (Joao Victor y Ratinho) y muchos canteranos. Y aún así, apenas ha reducido la velocidad y poco le ha importado encontrarse en plena construcción. Es el único conjunto que se ha mantenido en pie contra los dos colosos (un empate en casa contra el Madrid y otro a domicilio contra el Barcelona) y ha impuesto sus credenciales en la morada de los otros dos equipos que la campaña anterior sacaron el pasaje para la Liga de Campeones (Valencia y Sevilla). Ahora, a los bermellones les quedan siete compromisos (Málaga, Getafe, Racing, VIllarreal, Hércules, Almería y Atlético) por delante para doblar la esquina y darle lustre a unos registros tan imprevistos como merecidos.