El Mallorca tratará mañana conseguir su primera victoria como equipo visitante. | Monserrat

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En el escenario más hostil posible y ante un enemigo irreconciliable por el caso Aduriz -el Mallorca todavía le adeuda 2'5 millones de euros al Athletic, que recibirá el mismo trato que cualquier otro acreedor de la entidad- el equipo balear devora el cuarto capítulo del curso con la intención de abrir su cuenta de ingresos a domicilio. Se topa el equipo balear frente a uno de esos partidos de alto voltaje, una de esas citas que pueden marcar el paso.
Bilbao será esta noche una exigente prueba de fuego para la tierna escuadra de Laudrup, un bloque que se presentará en San Mamés con media docena de canteranos y el propósito de conquistar una victoria foránea que no se produce desde el 2 de mayo, cuando ganó precisamente en San Mamés (1-3, goles de Gonzalo Castro, Nunes y Aritz Aduriz) y apartó al Athletic de la lucha por Europa. (San Mamés, Gol T y PPV, 20.00 h).
Se planta el grupo balear en La Catedral con el depósito anímico al completo tras estrenar el casillero de triunfos, aunque consciente de que «aún queda mucho» por hacer, según el propio Laudrup. La victoria ante Osasuna descubrió a un bloque autóctono que supo estar a la altura. Sin el portero titular ni el capitán, el equipo tumbó a su enemigo apelando a la solidez defensiva y al pulmón de Jonathan de Guzman.
El Mallorca y su entrenador son conscientes de la dificultad que se esconde en este nuevo capítulo del torneo, pero la ilusión inyectada por los jóvenes y las cifras que ha cosechado sobre el mismo escenario al que va a subirse esta noche -ha logrado cuatro victorias en apenas una década- refuerzan unos argumentos cargados de mallorquinidad. El grupo isleño irrumpirá en la capital vizcaína con varios cambios entre sus filas. Laudrup recupera para la primera línea a futbolistas como Aouate o Nunes. Además, Kevin García se mantendrá en el lateral izquierdo por las bajas de Ayoze y Corrales, mientras que el técnico danés espera recuperar a Castro, que viajó pese a sus molestias en el tobillo. En la recámara aguarda Pereira. También se desplazó a Bilbao el brasileño Joao Victor, a la espera de recibir el tránsfer internacional para debutar con la camiseta bermellona.
El Athletic, en cambio, pretende estrenar su casillero como local, tras caer ante el Atlético en la segunda jornada. Si aspira a perpetuarse en las alturas, hoy no puede equivocarse, teniendo en cuenta que a la vuelta de la esquina aparecen Barça y Valencia. Caparrós recupera para la ocasión a Iker Muniain, aunque pierde a Gabilondo. Llorente, que ha marcado en las tres primeras jornadas, será la principal amenaza.