El jugador argentino ha sido presentado esta tarde como nuevo fichaje del Mallorca. | Monserrat

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El Real Mallorca ya ha encontrado al crack que andaba buscando. Después de peinar intensamente el mercado a la caza de un ariete que resolviera los problemas ofensivos que ha aireado durante la pretemporada, el club balear cerró ayer el fichaje de Fernando Ezequiel Cavenaghi (Buenos Aires, 1983) y cubrió de pólvora el vestuario de Laudrup. El atacante argentino recala en Son Moix cedido por el Girondins de Burdeos, aunque la SAD isleña se ha reservado una opción de compra que asciende a 3,5 millones de euros (habría que sumar otros 500.000 euros si los insulares se clasificasen para la Liga de Campeones) y que le permitiría disfrutar de las prestaciones del sudamericano durante las cuatro próximas temporadas. Si así fuera, el conjunto galo percibiría el 20% de un hipotético traspaso durante las dos primeras campañas y un 10% durante las dos últimas.


La contratación del futbolista bonaerense se cocinó en silencio, entre un hermetismo prácticamente absoluto. El Torito Cavenaghi aterrizó en Palma a primera hora de la mañana de ayer y se dirigió después a Son Moix, donde le esperaba Serra Ferrer para acabar de perfilar un acuerdo que había empezado a encaminarse durante la jornada anterior. El futbolista, que también era pretendido por el Zaragoza (en la capital aragonesa ya daban por cerrada su contratación) y el Sunderland, no tardó demasiado en darle el visto bueno a los gestores rojillos y fue presentado horas después como la principal referencia en ataque del Mallorca 2010-11, aunque antes tuvo que ampliar en un año (hasta 2012) su relación con el Girondins. En cualquier caso, el jugador llega con el depósito lleno (ya ha participado en dos primeros encuentros de la Ligue-1 con los de Burdeos) y si Laudrup quiere, podría debutar este mismo domingo ante el Real Madrid con el número 10 a la espalda.


Ya por la tarde, Fernando Cavenaghi se subió por primera vez a la tribuna de oradores de Son Moix en compañía de Serra Ferrer y empezó a ejercer como bermellón. «Me he decidido por el interés que ha mostrado el Mallorca hacia mí», explicaba Cavegol. «Después de muchas conversaciones, me ha convencido el proyecto de futuro del club, que me ha hecho sentir importante. Mi sueño fue siempre jugar en la liga española y hoy, de la mano de este equipo, puedo llegar a cumplirlo», argumentaba el jugador.
Cavenaghi, que se incrusta en el vestuario mallorquinista con la misión de llenar el hueco abierto tras la baja de Aduriz, no se muestra demasiado preocupado por tener que asumir esa responsabilidad: «Estoy acostumbrado a tener que marcar goles desde pequeño, es mi función y estoy capacitado para desarrollarla. Quiero adaptarme al Mallorca de la mejor manera posible».


Referencias
Cuestionado acerca de sus referencias sobre el club, el delantero asegura que está al corriente de sus últimos éxitos y pretende alargarlos. «Soy un gran seguidor de la Liga y la temporada pasada el Mallorca hizo una campaña espectacular», destacaba en su primera rueda de prensa. «Se conserva esa misma base y las ganas de hacerlo bien, aunque se haya cambiado de entrenador. Tengo ganas de repetirlo también este año», afirmaba antes de marcarse un objetivo en el plano individual: «Todo dependerá de la cantidad de partidos que juegue, pero tengo mucha fe y espero pasar de los diez goles».


El argentino desveló además que su buena relación con Lux ha resultado determinante en su fichaje por el Mallorca. «Tengo una gran amistad con Germán desde hace muchos años porque jugamos juntos en River Plate y logramos muchas cosas juntos, nos llevamos muy bien. Lux me ha hablado muy bien del club, de la ciudad y de la gente y ésa es una de las cosas que me han impulsado a venir», apuntaba.


El punta reconoció también que le ilusiona de forma especial estrenarse este fin de semana ante el Madrid en una de esas citas que, por muchas razones, atraerán la mirada de todo el planeta fútbol. «Me encantaría, pero tampoco depende de mí. Sería un sueño jugar y marcar porque he venido a Mallorca para eso». Palabra de killer.