Michael Laudrup está a la espera de refuerzos. Sólo quedan 10 días. | Monserrat

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La próxima vez que el Mallorca se vista de corto, será de verdad. El Real Madrid de Mou examinará el próximo domingo -sí, sólo queda una semana- al nuevo proyecto de Serra&Laudrup, un bloque que deberá revisar su estructura en los próximos días. Sin ningún bolo veraniego en el horizonte, el grupo isleño divisa la última semana de la pretemporada con varios frentes abiertos y un puñado de dudas flotando en el ambiente.

De momento, el Mallorca es el equipo que menos ha invertido y menos fichajes ha realizado en lo que llevamos de estío. Una docena de piezas se han caído del engranaje del curso pasado -la mitad del equipo titular- y sólo Jonathan de Guzmán y los canteranos recuperados para la causa (Emilio Nsue, Pau Cendrós, Martí Crespí, Michael Pereira) han inyectado aire nuevo al vestuario.

A falta de diez días para cerrar el quiosco de los fichajes, el tándem Serra&Laudrup no exterioriza preocupación. Más bien todo lo contrario. Pero ambos tienen motivos para inquietarse. El primero, vicepresidente y máximo responsable en materia deportiva, porque está atado de pies y manos -los administradores deben supervisar cualquier operación- en materia de refuerzos. Y no puede fichar a nadie si antes no se desprende de Pierre Webó y Alhassane Keita -casi 2 millones de euros en sueldos- que no figuran en el cuaderno de bitácora de la entidad. Y el segundo, el entrenador de la primera plantilla, porque no sólo ve cómo los refuerzos de Borja Valero y Aduriz -fundamentalmente- no llegan, sino que incluso en el club existe cierta preocupación por las posibles marchas de tipos indiscutibles como Nunes, Ramis o Castro.

A siete días para el estreno, el equipo es fiable en defensa, cortito en el centro del campo y tierno en ataque. El experimento de Ratinho y Joao Victor funcionó a medias -el segundo, pivote, estuvo mejor que el primero, lateral-, y arriba, una vez más, pecó de inocente ante el Tenerife en el último test.

Es la hora de mover ficha. De activar las operaciones, dentro de las limitadas posibilidades, para poner en manos de Laudrup un equipo con ciertas garantías. Quizás los refuerzos lleguen después del estreno liguero ante el Real Madrid -el mercado se cierra el martes a las 0.00 horas- pero visto lo visto son imprescindibles.