El director deportivo del real Mallorca, Nando Pons. | archivo

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Nando Pons regresó ayer a su despacho de Son Moix sin saber muy bien para qué, aunque recordó ahora que su talante «siempre ha sido conciliador» y que quiere poner «las menos pegas posibles» para arreglar su salida. «Los administradores concursales y Miguel Coca -uno de los abogados de Serra- comunicaron a mis abogados que regresase a mi lugar de trabajo y esto he hecho», explicó ayer el director deportivo.
Pons señaló que nadie le ha contestado a la propuesta que él ideó para hacer efectiva su marcha del club y comentó que «estoy esperando».
Sobre si tiene previsto devolver el millón de euros que le regaló Grande por la venta de Güiza, Pons se limitó a decir que «de cifras y de negociaciones privadas no hablo nunca, pero sé que hay gente que lo hace», subrayó, sin contestar si va a devolverlo o no. Respecto a su función en el club en estos momentos, ésta es indeterminada. «He participado en todo lo que es la planificación de la temporada hasta hace quince días. Desde que se produjo la rueda de prensa en la que parecía que se habían vendido las acciones a la nueva propiedad, no he participado», dijo el director deportivo. A la pregunta de si se le está tratando injustamente, Pons manifestó: «Hay medios que evidentemente están manipulados y sacan informaciones que no son correctas, pero yo confío en la profesionalidad del resto para que vean las cosas como son. El equipo está en Europa, el filial en Segunda B y este año iremos a la Europa League». Sobre su posición, indicó que «siempre he tenido un talante conciliador, de querer arreglar las cosas y parece ser que la situación se ha enquistado. Mi postura es realizar una trancisión correcta y poner las menos pegas posibles para salir del club», manifestó el todavía director deportivo del Real Mallorca.