Llorenç Serra Ferrer en una foto de archivo. | Teresa Ayuga

TW
0

Serra Ferrer entrará en el Mallorca como mánager general y medita también adquirir entre un 25 y un 30% del accionariado del Real Mallorca. El resto, hasta llegar al 94% que está en poder de Mateu Alemany, quedará repartido entre el grupo de empresarios que ha decidido dar su apoyo al entrenador de sa Pobla y que en diferentes porcentajes formará parte del nuevo accionariado del club balear.

La intención de Serra ha sido rodearse de accionariado mallorquín y catalán y a partir de ahí empezar a construir un proyecto a su imagen y semejanza y que sera capaz de sacar al club de la situación económica en la que se encuentra y a su vez recuperar Son Bibiloni para el primer equipo.

Tiene mucho trabajo por delante el entrenador de sa Pobla, que también está muy preocupado por la pérdida de identidad que ha sufrido el club durante estos últimos años y que ha significado una 'deserción' de aficionados de Son Moix muy importante.

Recuperar el prestigio del club en la sociedad, situarlo en el lugar que le corresponde y que la Isla vuelva a sentirse identificada con su equipo y con los valores que prácticamente siempre ha exhibido es uno de los puntos que está situado en la hoja de ruta de Serra. Para tratar que esto sea una realidad ha buscado el apoyo de Jaume Cladera, ex conseller de Turisme del Govern Balear entre los años 83 y 93 y que jugará un papel fundamental en el órgano de poder del club. Pero el proyecto de Llorenç tiene también otra vertiende muy importante, la administrativa y económica, cuya principal misión pasa por reducir la deuda y asentar el día a día del Mallorca a su realidad financiera.

El actual consejero delegado y propietario de la SAD Balear, Mateu Alemany, será el encargado de ser el principal enlace entre los administradores concursales que tutelan el concurso en el que está inmerso el club y el que dirigirá las directrices para tratar de rebajar la deuda así como negociar un acuerdo con la Agencia Tributaria que permita aplazar el pago de lo que se debe a este importante acreedor.


La mitad

El Mallorca tiene en estos momentos una deuda que bordea los 70 millones de euros y la idea es dejarla en la mitad, y ahí el consejero delegado del club juega un papel fundamental.

La plan previsto que debe seguirse desde mañana mismo está ya trazado, falta ejecutarlo por parte de todos los implicados y empezar una nueva era en el seno del Real Mallorca. Si la función de Serra es importante, la de Alemany también lo es y será el quien asumirá por lo tanto la gestión del club durante el concurso de acreedores. El abogado será retribuido económicamente en función de objetivos tomando como referencia su último contrato como ejecutivo profesional en la entidad y que ronda los 900.000 euros.

Por otra parte, si no se consigue una cuerdo con la plataforma que gestione los derechos televisivos del fútbol para que adelante una cantidad importante de dinero con el que poder trabajar, el club se verá forzado a deshacerse de activos para tener tesorería y forzar aún más la venta de sus futbolistas, sobre todo, de los que más ofertas pueden llegar a tener por el nivel que exhibieron la pasada campaña.

Todavía hay muchos interrogantes en torno a cómo puede ser el nuevo Mallorca, pero una cosa está clara y es que la realidad económica del club obliga a un ajuste drástico en todas las áreas.