El club se ha acogido de forma voluntaria a un concurso de acreedores, según ha informado su propietario, Mateu Alemany. | Pere Bota

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El propietario del Real Mallorca, Mateo Alemany, ha anunciado hoy que de manera inminente el club se acogerá voluntariamente a un concurso de acreedores para hacer frente a una deuda estimada en unos 60 millones de euros.

Alemany ha comparecido en rueda de prensa esta tarde para confirmar que en las próximas horas la entidad materializará en sede judicial esta decisión, una mediada que no representa un problema sino «una solución» para el club y que marca en inicio de «una nueva etapa» para el Real Mallorca, ha declarado.

El propietario del Mallorca ha hecho este anuncio después de que hoy se celebrara el último entrenamiento del equipo, que ha acabado la Liga 2009-2010 en la quinta posición de la tabla y se ha clasificado por tanto para disputar la Europa League en la próxima campaña.

Alemany ha informado de que el acuerdo de instar en los juzgados el concurso voluntario de acreedores, la antigua suspensión de pagos, ha sido adoptado por unanimidad por el consejo de administración reunido hoy.

Un día difícil

«Es un día difícil para el consejo de administración, pero se ha de entender como de ilusión para el mallorquinismo», ha subrayado.

«El Mallorca ha sufrido durante los últimos dos años una situación económica muy compleja, muy difícil, con una desestructuración financiera grave ante la imposibilidad de atender sus compromisos, que había sido siempre la norma de esta casa», ha explicado el propietario del club.

Ha añadido que el concurso de acreedores «es un instrumento legal» que habilita a la entidad «para contemplar el futuro de otra forma, con tranquilidad, ante la posibilidad de que el Mallorca tenga una estructura económica sólida, que tenga controlada su deuda, objetivos que persigue el concurso».

«Reorganizaremos el endeudamiento del club que es en estos momentos inasumible para la entidad, y por otro lado, tomaremos medidas de restricción presupuestaria, para adecuar nuestros gasto a la capacidad de ingresos de la entidad», ha señalado.

Defensa de su gestión

El propietario del club balear, asimismo, ha defendido la gestión de sus actuales compañeros del consejo de administración, y la suya propia, desde que asumió la mayoría del capital social, en enero de 2009.

«Tengo que defender a mis compañeros del consejo de administración, que desde el día 15 de enero de 2009 hemos gestionado este club. Quiero defender nuestra gestión y a ellos, porque nos hicimos cargo de una situación muy difícil, complicada», ha asegurado.

Ha dicho demás que el consejo de administración que él preside se negó a realizar adquisiciones de jugadores, cuando el propio entrenador,Gregorio Manzano, lo pedía, en unos momentos en que el equipo era colista de la clasificación, a seis puntos salvación.

«Nos pidieron un fichaje de un millón de euros y nos negamos por la situación económica de la entidad. Desde entonces no hemos hecho ninguna inversión ni tampoco hemos comprometido ningún euro de gastos. Tampoco hemos incrementado ni un euro el endeudamiento, aunque sí alcanzamos acuerdos con la Hacienda Pública, y hemos vendido a todos los futbolistas que nos han querido comprar a precio del mercado. Los números son incuestionables», ha afirmado Alemany.

Resultado de la gestión "anterior"

El dirigente ha insistido en que el club ha llegado a esta situación por la gestión «anterior», en directa alusión al ex propietario y promotor inmobiliario Vicente Grande, aunque no le mencionara por su nombre.

«Pedí una auditoría (en enero de 2009), y hemos luchado para evitar la situación en la que nos encontramos, pero los contratos (de los futbolistas y el cuerpo técnico) ya estaban firmados en una época anterior», ha resumido.

Alemany, finalmente, ha defendido la figura del concurso de acreedores: «Servirá para atacar el endeudamiento de la entidad, reorganizarlo y aplazarlo. El concurso afectará a los que más ganan, a la plantilla fundamentalmente, aunque preservará en lo máximo posible los salarios más bajos de la entidad.

«En definitiva, se inicia una etapa nueva en el Mallorca basada en principios filosóficos que nada tiene que ver con los que nos han llevado a esta situación. Para mí, entramos en una etapa ilusionante, ya que garantiza la viabilidad del club, que ha estado en grave riesgo de, prácticamente, desaparecer», ha señalado Mateo Alemany.