Gregorio Manzano dirige un entreno en Son Bibiloni. | Monserrat

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La Liga de Campeones sigue siendo un caramelo para el Mallorca. Lejos de obsesionarse con defender esa posición que ocupa ahora en la parrilla, el conjunto balear quiere seguir divirtiéndose y rebañar el campeonato sin una sola caraga añadida sobre los hombros. Así lo explica Manzano, que mantiene la base del discurso que han ido desarrollando últimamente casi todos los inquilinos del vestuario. Y aunque los dos próximos partidos (Osasuna y Málaga, ambos en Son Moix) parecen propicios para aproximarse a la máxima competición continental, nadie está dispuesto a obcecarse mirando hacia arriba. «Más que presión, lo que se añade es motivación. La presión la tenemos por estar donde estamos, pero también la tienen el Sevilla y el Athletic por querer llegar a nuestra posición», argumenta el jienense al respecto. «En estas jornadas todo el mundo pelea por unos objetivos y después de treinta y dos jornadas el nuestro es muy alto y goloso. Pero no quiero presionar a los jugadores. Quedan dieciocho puntos, las distancias son mínimas y hay que mantener la regularidad. A ver si el lunes no fallamos».

Ritmo ganador

En cualquier caso, el entrenador del Mallorca tiene muy claro que para completar con éxito el nuevo itinerario que ilumina su cuaderno de ruta es imprescindible mantener el ritmo que ha impuesto en el ONO Estadi desde que se abrieron las puertas del curso. «Entramos en la fase final del campeonato y los cuatro partidos que tenemos en casa son fundamentales para nuestras aspiraciones europeas», explica. Y en este caso, además, considera que volver a jugar en lunes tras una semana ajetreada, favorecerá los intereses de su equipo. «Un día más de descanso siempre viene bien. Ahora que estamos con la batería cuesta abajo, todo lo que sea descanso añadido a la competición resulta positivo. Espero que el lunes el equipo esté tan fresco como el día del Valencia para afrontar el partido con las máximas garantías. Se agradece», insistía el de Bailén.
Más que por la presión de mantenerse arriba o por la carga de kilómetros que acumula la plantilla en las piernas, lo que inquieta a Manzano es el propio Osasuna, que llega a la capital balear dispuesto a apalabrar su continuidad en Primera. «Es un rival que mantiene sus características año tras año», comenta. «Tiene una plantilla uniforme y aunque en las últimas salidas no ha tenido buenos resultados, es un conjunto incómodo, que trabaja los noventa minutos a una buena intensidad y que tiene jugadores importantes en las bandas como Juanfran y Camuñas. Además, conocemos bien a Aranda o Pandiani y sus laterales tienen mucho recorrido», advierte.
Sobre la polémica arbitral derivada de la actuación de Turienzo en Zaragoza, Manzano es partidario de pasar página y no quiere tampoco valorar la designación de otro colegiado vasco, Pérez Lasa, para el partido de mañana: «Vendrá a hacer su trabajo sin más. Hay que evitar suspicacias y pensar que todo el mundo actúa con objetividad. Si no, podríamos pensar que los árbitros pitan en función de dónde provienen. Estamos muy jodidos porque podríamos tener dos puntos más, pero vamos a pensar que fue sólo un accidente y que lo mismo que nos ha venido en contra, nos puede venir a favor».
En esa misma dirección, en los últimos días también se ha especulado en Madrid sobre la posibilidad de que al Atlético, que se medirá en un par de semanas al Sevillla, podría interesarle perder ese día para que los hispalenses le echaran el lazo a la Champions y los rojiblancos se asegurasen un puesto en la Europa League a través de la Copa. En ese sentido Manzano, señala que «el Atlético es un club tan grande que supongo que hará valer el escudo que defiende en todos los partidos y que no se dejará llevar. Después, si sucede algo raro ya podrá analizarse, pero en principio apelo a la honestidad de todo el mundo».