El director deportivo del Mallorca se vio forzado ayer a comparecer ante los medios. | M. À. Cañellas

TW
5

Nando Pons se ha quedado solo. El director deportivo del Real Mallorca confirmó ayer su condición de superviviente nato, pero también escenificó su nuevo estatus en la SAD balear. De puertas hacia afuera, el ex jugador del Murense salió ileso de un consejo de administración que debía exigirle su dimisión, aunque realmente sólo ganó algo de tiempo. Pons ha quedado marcado. A instancias del órgano de gobierno del club, tuvo que comparecer en solitario ante los medios de comunicación. Nadie quiso estar a su lado. Es casi un apestado.
Sobre las ocho y media de la noche, casi al mismo tiempo que Nando Pons aparecía en la sala de prensa de Son Moix, Tomeu Vidal atendía a los periodistas a la intemperie. No fue casual. El presidente tampoco quería fotos con el director deportivo. Mucho antes, el consejo de administración había aceptado la petición del técnico de comparecer ante la directiva para explicar su versión sobre los negocios inmobiliarios que comparte con Marcos Martín, director de fútbol base. Una vez más y con sus compañeros de junta como testigos, el propietario Alemany invitó a Pons a que retornara el millón de euros con el que le gratificó Vicenç Grande. Le petición del abogado de Andratx encontró el apoyo de todo el consejo, pero Pons se negó. «Respeto todas las opiniones, pero no devolveré el dinero», advirtió el director deportivo por enésima vez.
Sin respaldo
Tras su exposición sobre la trama inmobiliaria, Nando Pons preguntó al consejo si contaba con su respaldo. No obtuvo ninguna respuesta. Poco antes de la incorporación al cónclave del director deportivo, Mateu Alemany había rogado a sus compañeros de viaje que se abstuvieran de reclamar su dimisión. El máximo accionista del club aguardaba algún gesto de Pons -que reembolsara la prima millonaria con la que le agasajó Grande-, pero no lo obtuvo....
Poco después, el director deportivo del Mallorca se jactaba ante los periodistas de las plusvalías que habían generado sus fichajes y subrayaba que el dueño del Grup Drac «había sido un gran presidente. Era cercano, su gestión fue buena y a final de temporada la gente cobraba».