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El representante de Fernando Varela, Teo Lázaro, manifestó ayer a Ultima Hora que el futbolista no renovó su contrato por compensación por haber comprado una casa a la empresa de la que Pons era accionista ya que su continuidad estaba pactada en el primer contrato que firmó el jugador cuando llegó en julio de 2006. «Acordamos en su momento que si Fernando actuaba en un número determinado de partidos se le renovaría su contrato y a final de 2008 sencillamente lo que hicimos fue corroborar y concretar lo que ya había pactado en su momento, además las cantidades que se le aumentaron no van mucho más allá de lo firmado en 2006», comentaba el representante.

Iniciar las gestiones

Teo dijo que Fernando cuando llegó a la Isla «visitó 4 casas y le gustó esa y me llamó diciéndome que iniciase el tema financiero para adquirirla y nos pudismos en marcha. Él visitó la casa con una señora y no sabíamos que era la mujer de Marcos», comenta el representante del futbolista.

El agente insistió en desconocer que se adquiría el domicilio a la empresa en de la que Pons y Marcos eran accionista y no quiso entrar en más consideraciones. Sin embargo, el ex propietario del club balear, Vicenç Grande, reconoció que al hacer efectiva la renovación del futbolista su deseo era firmar sólo un año, pero Pons insistió en la idea de que fueran dos argumentando que «el jugador debía estar contento». Grande, pese a insistir en su deseo, finalmente accedió a la petición del director deportivo y el jugador firmó por las temporadas que Pons solicitó.

Consideraciones

El agente no quiso entrar en consideraciones de si es ético o no que un director deportivo y un responsable de fútbol base se unan para crear una empresa inmobiliaria y que después, a través de la esposa del segundo, se haga efectiva la venta de un domicilio a un futbolista. «Eso no me corresponde a mí comentarlo, ni juzgarlo, yo defiendo a mi futbolista y también quiero lo mejor para el Mallorca», explicó.

Gregorio Manzano tampoco quiso entrar ayer en valoraciones respecto a esta cuestión señalando que no existía relación entre la compra del domicilio y la posterior renovación. Mientras tanto el consejo se reunirá el jueves y los accionistas que han invertido mucho dinero en el club y que difícilmente lo recuperarán como el vicepresidente José Miguel García y el consejero Miquel Vaquer, van a pedir explicaciones, una vez más, por el nuevo caso en el que se ha visto salpicado el director deportivo de Real Mallorca. Lo que para unos es un asunto menor, para otros es capital y de ahí que sean muchas las voces que soliciten la marcha inmediata del actual responsable de fichajes del Mallorca. De momento Pons va ganando tiempo y tiene hasta el jueves para ir meditando una nueva estratagema que le permita salir airoso del nuevo escándolo en el que se ve inmerso.