Mateu Alemany en un partido de la Copa del Rey. | T. Monserrat

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Mateu Alemany cuenta con el apoyo incondicional del consejo de administración del Mallorca. El círculo más cercano al máximo accionista y los miembros del órgano de gobierno de la SAD ya le han expresado su confianza en las decisiones que podrían adoptarse a corto plazo para rescatar al club de la dramática situación en la que se encuentra. Mientras el concurso de acreedores empieza a emerger en el horizonte, la cúpula del club responsabiliza a Vicenç Grande y Nando Pons de la coyuntura actual. Según la mayoría de consejeros, las decisiones del dueño del Grup Drac y la gestión desleal del director deportivo han colapsado la economía de una entidad que, salvo una inyección inesperada, está condenada a agarrarse a la antigua suspensión de pagos.

Tal y como avanzaba ayer este diario, Alemany ya ha destacado ante sus consejeros los graves problemas de salud que sufre el Mallorca y ha abordado junto a ellos la posibilidad de instar un concurso de acreedores a corto plazo. En principio, el abogado cuenta con el apoyo de la gran mayoría. La falta de liquidez y las deudas que habrá que afrontar en los próximos meses han empujado a la sociedad isleña al fondo de un laberinto sin apenas salidas. En este punto, las únicas vías de escape posibles son la aparición de un posible comprador que reactive las arcas o el traspaso de algún futbolista importante como Aritz Aduriz. Sin embargo, ni una ni otra parecen próximas a concretarse en un futuro cercano. Ni existen interesados en adquirir el paquete accionarial que controla Mateu Alemany ni ha aparecido por Son Moix ningún club interesado en los servicios del ariete vasco.

Lo que sí tienen claro los consejeros es el nombre de los responsables de la crisis. Por un lado, Vicenç Grande, que durante su estancia en Son Moix instauró una política salarial inasumible para un club de la dimensión del Mallorca. Los sueldos de algunos empleados y de los miembros de la primera plantilla, además de sus gratificaciones y obsequios, han estancado a la SAD a la mitad de un camino sin retorno.

El otro gran culpable a los ojos del consejo es Nando Pons. Al margen de impulsar junto a Grande esa escalada en los sueldos que ha experimentado últimamente el vestuario, el director deportivo ha adoptado algunas decisiones extrañas a la hora de configurar los últimos proyectos. Sus enormes primas de fichaje, las comisiones y las contrataciones poco adecuadas han avivado el proceso de descomposición que sacude al Mallorca.