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Doce días después de su eliminación en Wimbledon y tras disfrutar de un paréntesis vacacional en las Pitiüses, Rafael Nadal está de nuevo en su 'oficina'. El número dos del mundo se pone manos a la obra con tres semanas por delante para preparar la segunda gira norteamericana, que arranca el 4 de agosto en Montreal y contempla la cita de Cincinnati y el gran colofón del US Open.

«De vuelta a los entrenamientos con mucha ilusión», explicaba el en las redes sociales en su vuelta al tajo en Manacor, que se convierte de nuevo en su centro de operaciones. Bajo un sol de justicia y el termómetro por las nubes, se dispone a preparar de forma progresiva el exigente desafío que se le plantea, y para el que dispone de margen para ponerse a punto.

Durante algo más de hora y cuarto Nadal tomó el contacto con la raqueta y una pista dura que se dispone a apoderarse del circuito hasta final de curso. «Vamos poco a poco esta primera semana y la siguiente ya se incrementará la intensidad. A medida que se acerque el torneo es cuando se hace el trabajo más enfocado a la competición», precisa Toni Nadal, que asegura que mantendrán la misma rutina de preparación de las pasadas temporadas. «Sabes que tienes que estar atento a una serie de detalles, pero tampoco hace falta tocar muchas cosas», señala el entrenador.

El manacorí afronta su quinto cambio de superficie de 2014. Del cemento de Doha y Australia a la tierra de Río; del piso duro de Indian Wells y Miami a la temporada europea de tierra para culminar la primera mitad del año en Wimbledon y regresar de nuevo a la superficie dura. Sin embargo, el cambio no resulta tan conflictico como la adaptación de la arcilla al césped. «Las cosas te sorprenden al principio, pero ya no. Estás acostumbrado a los cambios y es más fácil ahora porque tienes más tiempo para volver a colocarte. Es más complicado en hierba porque tienes menos tiempo, la adaptación entre Roland Garros y Wimbledon es corta, pero ahora tienes casi un mes», argumenta Toni Nadal. No en vano, su pupilo ya ha disputado cuatro citas sobre pista dura este año y los automatismos están relativamente más recientes.

Tranquilidad

Las buenas prestaciones físicas, la reciente clasificación matemática para las Finales ATP y cuatro títulos en el zurrón, sobre todo Roland Garros, confieren confianza al manacorí . «Ha habido un poco de irregularidad en el juego», reconoce Toni Nadal, pero también resalta que «en líneas generales el balance, con dos finales de Grand Slam y ganando Roland Garros, es bueno». «Esto te ayuda a tener más tranquilidad», añade.

Nadal recarga el depósito para un extenuante agosto que tendrá continuidad en septiembre. Tras el US Open, que arranca el 25 de agosto, tiene en mente la eliminatoria por la permanencia de España en el Grupo Mundial de la Copa de Davis en Brasil.